Esther Soriano sostuvo en diálogo con este medio que “a pesar de que pase el tiempo, las cosas no cambian ni son mejores” y que tiene sus “estrategias para no padecer ni sufrir la situación”.
Érica Soriano estaba embarazada de dos meses y medio cuando fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010 y la versión de su pareja –Daniel Lagostena- es que al día siguiente ella se fue a visitar a su madre a la localidad bonaerense de Villa Adelina, pero nunca llegó a destino.
En mayo de este año, Lagostena fue detenido y todavía se espera la elevación a juicio. Según indicaron a Info Región desde la Fiscalía General de los Tribunales de Lomas de Zamora, “en la causa hay una resolución que fue apelada por la defensa, se concedió el recurso de apelación y la causa se elevó a la Cámara de Apelaciones, pero todavía no salió de ahí”.
Esther aseguró que “jamás” va a “dejar de buscar la verdad”. “El hecho de que Lagostena esté preso es porque nosotros seguimos haciendo cosas y no voy a dejar de hacerlo nunca hasta que me muera. No tengo rencor, odio, nada de eso, soy una persona feliz a pesar de las circunstancias que me han tocado vivir”, aseguró.
Admitió que “el dolor está siempre” pero lo trata de combatir “en actividad, haciendo muchísimas cosas, prestando servicio, ayudando a otros”. “Yo convivo con Érica. La llevo conmigo permanentemente y está siempre porque la casa está llena de fotos de ella. Esto es algo que lo vivo siempre", aseguró.
"He aceptado que mi hija se tuvo que ir y no está, así como tampoco está mi marido. Sabemos que todos venimos a este mundo y nos vamos a ir. Hago lo mejor que puedo cada día para que, si mañana me voy, me vaya tranquila y en paz”, sostuvo. Y concluyó: “Vivo agradecida a Dios y a la vida de haber convivido con ella durante 30 años. Fue muy importante para mí. Fue una maestra. Todo lo que viví con ella me ayudó a crecer. Me enfoco más en todo lo bueno y en toda la parte positiva porque hay cosas que yo no puedo cambiar, yo no puedo hacer que mi hija vuelva”.
MAP de la Redacción de Info Región.
Seis años sin Érica: “Acepté que mi hija se tuvo que ir”, dijo la mamá
