La CPM repudió la prisión domiciliaria a Etchecolatz


A pocos meses de cumplirse diez años de la desaparición de Jorge Julio López, el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata decidió concederle la prisión domiciliaria al represor Miguel Etchecolatz con voto mayoritario.

Desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) advirtieron que el juez Germán Castelli decidió que por “motivos humanitarios” el represor debía continuar el arresto en su domicilio, desoyendo los informes del Cuerpo Médico Forense, que manifestaron que el estado de salud del represor es “estable y no presenta gravedad”.

En diálogo con Info Región la directora general de la CPM, Sandra Raggio, señaló que están “preocupados” por la decisión porque entienden que los “fundamentos no son claros, ya que fueron respaldados por razones generales como causas humanitarias y por edad”.

“Si este criterio persiste en los jueces todos los represores serían beneficiados por esta decisión. En el caso de Etchecolatz hubo un informe médico que señaló que no había ninguna necesidad desde el punto de vista médico para que sea beneficiado con esta desición, por lo tanto es una alerta importante lo que pasó”, enfatizó.

Temor porque la situación se refleje en otros fallos. Raggio advirtió que ya se han otorgado más de 50 domiciliarias a represores y que muchas de ellas, como la de Etchecolatz, “no son totalmente sólidas desde el punto de vista del derecho y son estrategias de los represores para lograr impunidad”.

“Ellos llegaron viejos a la cárcel porque estuvieron muchos años libres cuando eran jóvenes y sanos. Es cierto que la mayoría de los represores son personas de mucha edad pero eso es porque la Justicia tardó mucho en llegar, ya que deberían haber estado presos mucho antes”, precisó.

Y enfatizó: “Se van a cumplir 40 años de la Noche de los Lápices y Etchecolatz, que fue quien comandó ese operativo, está preso sólo desde hace diez y ya tiene una domiciliaria. Hoy la impunidad tiene otras modalidades, se esconde bajo las normas jurídicas, estrategias de represores y abogados que buscan eludir la responsabilidad sobre todo lo que hicieron”.

Casi diez años sin Jorge Julio López. Fue secuestrado y estuvo desaparecido por primera vez durante la última dictadura militar, entre 1976 y 1979.

Treinta años después, el hombre de La Plata se presentó como testigo en el juicio contra Etchecolatz, en el que fue condenado a reclusión perpetua. Sin embargo, el 18 de septiembre de 2006, López no concurrió a la audiencia de alegatos y, desde ese día, se encuentra desaparecido.

Hernán Ferraro