Tarifa social: desde Casa MANU consideran excesivos los requisitos


La situación de los hogares convivenciales de la provincia de Buenos Aires es similar a la que enfrentan otras tantas entidades de bien público, como clubes de barrio, centros de jubilados y, en el ámbito productivo, las pequeñas y medianas empresas. Ninguna fue contemplada en el fallo de la Corte Suprema que suspendió, en el caso de hogares particulares/residenciales, el tarifazo del gas en territorio bonaerense. Con la salvedad de que, en el caso del tercer sector, la situación es aún más delicada ya que, del sustento económico, depende la vida de los chicos que albergan.

En el caso de Casa Manu, donde reside una veintena de chicos con HIV, el acceso a la tarifa social resulta imperioso para poder seguir adelante. Es que al hogar de Monte Grande llegaron facturas de gas con un aumento del 900 por ciento. “Pagábamos 400 y ahora estamos abonando 4000 porque Metrogas, por tener una cocina industrial, nos categoriza como restó”, detalla a este medio Silvia Casas, fundadora y directora de “Mucho Amor Nos Une”, el lema que da nombre a la Casa.

Es por eso que la entidad inició el trámite para ser incluida en la llamada “tarifa social”. Según Casas, la cantidad de requisitos para completar la diligencia es lo que hace que aún sigan pagando cifras exorbitantes. “El trámite es engorroso. Consideramos que se les fue un poquito la mano con los requisitos. Parece un poco a propósito”, señala a Info Región.

En ese sentido, se quejó de tener que contar con inscripción al “Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad” (CENOC) cuando Casa Manu ya se encuentra dado de alta en el Registro Provincial de Organizaciones de la Comunidad (REPOC) de La Plata. Es que, según ella, es lo único que les resta para poder acceder al beneficio.

“Hace ya dos semanas que le pedimos la inscripción al CENOC, pero no nos mandan la certificación aún, la deben enviar por mail. Es lo único que nos falta porque todo lo demás lo tenemos”, destacó en referencia a los requisitos necesarios para acceder, como balances al día, las últimas actas de la comisión directiva y la inscripción al REPOC, entre otros, que deben ser certificados por juez de paz o escribano, lo que “también implica un costo extra para las instituciones”.

“Por este tema del CENOC, que no nos envía el número de certificación, el Ministerio de Energía no nos ingresa el trámite. Y acá estamos diciendo las organizaciones sociales que no podemos pagar y, si no pagamos, nos cortan”, se quejó y advirtió: “Pero si por un trámite tenés que estar esperando semanas, como en nuestro caso que nos falta solamente lo del CENOC, para que envíen el número de inscripción y después llevarlo a certificar, lo que sucede es que, mientras tanto, tenemos que seguir pagando. Luego queda que el Ministerio apruebe esos trámites y diga a qué organización se le da la tarifa social. En el mientras tanto, esto es así: pague y después haga todo”.

En ese sentido, Casas señala que desde la ONG son “afortunados” al compararse con entidades que quizás no cuenten con trámites preexistentes y deban encarar de cero todo aquello que se solicita para acceder al beneficio. “Nosotros somos afortunados porque la mayoría de los papeles y trámites que se piden los tenemos, pero esta misma situación se repite por ejemplo en un centro de jubilados, lo que se torna muy engorroso”, destaca.

En el caso de la luz, el valor les aumentó poco más de un 300% ya que pasaron de abonar 1300 a 5700.

Becas al día. Teniendo en cuenta el golpe que les significó el incremento de tarifas, desde Casa MANU siguen organizando ferias americanas para recaudar fondos y ya comenzaron la organización de la correcaminata prevista para el 4 de diciembre. La buena nueva es que, al menos, la gestión provincial se mantiene al día con las becas mensuales.

“En la nueva gestión se pusieron al día con las deudas que mantenía la gestión anterior y empezaron a pagarlas en tiempo y forma. En ese tema, con la nueva Dirección de Niñez y Adolescencia no hay ningún problema”, señaló Casas y precisó que la gestión bonaerense anterior “dejó una deuda de seis meses” en becas de menores.

Lo cierto es que, en el caso de Casa Manu, las becas se van rápidamente, no sólo en comida y pañales, sino también en traslados y hospitales, teniendo en cuenta la condición de los chicos, portadores de HIV. “El monto de la beca para sostener esta Casa a veces no alcanza. Por eso la gestión tiene que estar siempre a la orden del día. Nosotros tenemos que gestionar prácticamente todo el día un recurso porque la beca te alcanza para cubrir una parte del sostenimiento del hogar”, indica.

Y pone énfasis también en los compromisos salariales. “Hay un Estado vulnerable porque, si no pagas, la AFIP te sanciona. Pero vos no le podes explicar a la AFIP que el que a vos no te está pagando es el Estado”, señaló.

Cintia Vespasiani