Un detenido por el asesinato de Juan Ignacio Tejero


La detención se concretó esta mañana durante un operativo realizado por personal de la División Delitos contra las Personas de la Policía Federal, en conjunto con efectivos de la Jefatura Departamental de Lanús en el interior de la villa Zavaleta, a pedido de la fiscalía 7 de Lomas de Zamora, a cargo de Sebastián Bisquert.

Según fuentes policiales, el fiscal había solicitado dos órdenes de allanamiento en los domicilios de dos sospechosos, a quienes conocían sólo por los apodos de "Chanchi" y "Luisito".

En el primero de esos procedimientos, los investigadores policiales determinaron que el tal "Chanchi" era un joven que está preso desde el año pasado por el homicidio del subcomisario Marcelo Mazzuco, en el barrio porteño de Parque Chacabuco.

En el segundo, se identificó a "Luisito" como Luis Díaz, y saltó en la base de datos que estaba con pedido de captura por el homicidio de un joven el mes pasado en la misma villa en la que vive, por requerimiento de un juzgado de menores porteño.

Según las fuentes, inmediatamente quedó detenido por ese homicidio, y también vinculado al crimen de Tejero, a disposición del fiscal Bisquert.

Los investigadores explicaron que llegaron hasta la villa Zavaleta luego de que el miércoles encontraran incendiado en la calle Arturo Berutti 4585, de Nueva Pompeya, el auto Chevrolet Cobalt, patente MST669, en el que se movilizaban los homicidas el día del crimen de Tejero.

El hecho. El crimen fue cometido la noche del lunes, cuando Juan Ignacio y su pareja salían de la casa que comparten con su bebé recién nacido y su suegro a hacer compras para la cena.

La pareja salió de la vivienda situada en Colombia al 1500, en Gerli, y subió a su Peugeot 308 blanco cuando fueron sorprendidos por dos asaltantes armados que descendieron del Cobalt y los abordaron.

En ese momento, Juan Ignacio atinó a poner la marcha atrás, aceleró con la intención de escapar y el ladrón que los amenazaba del lado del acompañante le disparó un tiro que impactó en el tórax, entre el hombro izquierdo y el pectoral.

Tras los disparos, los homicidas escaparon sin concretar el robo y Juan Ignacio fue trasladado por una ambulancia al hospital Evita de Lanús, donde finalmente murió.