Macri consideró que el carnicero "debería estar en su casa"


En medio de la polémica por la "defensa propia", suscitada por una seguidilla de hechos en los que víctimas de la inseguridad hicieron justicia por mano propia, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, decidió opinar sobre la situación de Daniel Oyarzún, el carnicero de Zárate que ayer persiguió a los dos hombres que lo asaltaron hasta atropellarlos con su automóvil Peugeot 306 y matar a uno de ellos.

"Debería estar con su familia tranquilo hasta que la Justicia decida su futuro", señaló.

Las declaraciones se dan en un momento sensible, a sólo veinte días de un caso similar ocurrido en Loma Hermosa. En esa localidad del partido de Tres de Febrero, el médico Lino Villa Cataldo había matado de varios balazos al ladrón que intentó robarle su auto en la puerta de su consultorio. El hombre quedó en libertad al considerarse que actuó "en legítima defensa".

No obstante, en el caso del carnicero de Zárate, éste continúa detenido ya que las declaraciones del comerciante ante el fiscal Martín Zoca no alcanzaron para probar que actuó en legítima defensa. Está acusado de homicidio simple.

¿Por qué no le cabería la figura de legítima defensa? A diferencia del caso de Villa Cataldo, en el episodio registrado ayer en Zárate se establecen varios aspectos que hacen que la carátula sea más grave y quede descartada la figura legal de legítima defensa. Para probar esta última, según fuentes judiciales consultadas por Info Región, se toman en cuenta tres aspectos detallados en el artículo 34 inciso sexto del Código Penal, que contempla los hechos que no son punibles por ley: el medio empleado, la oportunidad y la agresión.

En diálogo con Info Región, el director del Instituto de Derecho Penal del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora, Hugo Felicetti, había explicado hace unos días que “la agresión debe ser legítima”. “La persona tiene que haber sentido que corría peligro su vida o la de su familia. No tiene que ver sólo con una amenaza. Realmente tiene que haber existido peligro inminente por defender la vida”, había apuntado.

Cuando la normativa hace mención al “medio empleado”, el abogado explicó que éste debe ser “racional”. “Si una persona viene con un corta plumas y la otra saca un fusil, eso no es legítima defensa, porque no hay proporcionalidad”, indicó.

Por último, señaló que la oportunidad tiene que ver con las circunstancias en el marco de las cuales se da la agresión y, sobre todo, la existencia de “provocación”. “Tiene que existir provocación suficiente. Si alguien viene y dice que te va a matar y sólo por eso le pegas un tiro, no hubo provocación suficiente”, describió y reiteró: “No se puede actuar sólo porque una persona tiene cara de pocos amigos. Tiene que existir provocación y hay que poder probarla”.

En el marco de esta última, obviamente, también media la “temporalidad”, es decir la inmediatez necesaria entre el ataque y la defensa, para no caer en la premeditación que, según Felicetti, es la que “saca de cuadro la figura”.

Este último aspecto es uno de los que pone en jaque el carnicero según la justicia. Es que el comerciante tomó su auto para perseguir a los delincuentes antes de cometer el delito.

Las declaraciones de Macri. En declaraciones radiofónicas, el Presidente aseguró que están trabajando todos los días desde el Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos "diciendo la verdad", "poniendo el tema sobre la mesa". "Durante la última década, otra de las mentiras era decir que no había problemas de seguridad; acá hay problemas graves", subrayó Macri.

"Quiero decir que más allá de toda la reflexión que tenga que hacer la Justicia, la investigación, si no hay riesgo de fuga, porque es un ciudadano sano, querido, reconocido por la comunidad, él debería estar con su familia, tranquilo, tratando de reflexionar sobre todo lo que pasó, mientras que la justicia decide por qué sucedió la muerte que hemos tenido", indicó.

En el hecho de Villa Cataldo también había salido a verter su opinión la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien en defensa del médico había advertido "que la víctima no se transforme en victimario".

"Yo no tuve intención de matar". Fue la declaración saliente del carnicero Oyarzún, que se prestó a una indagatoria de dos horas. Ante el fiscal Martín Zocca,el comerciante explicó que su intención era "hacer caer de la moto" a los delincuentes que robaron en su carnicería, ubicada en Echeverría y Suipacha, en el partido de Zárate.

"Había barro y agua por eso no pude frenar", detalló durante su declaración y remarcó que sólo quería "recuperar el dinero robado". Lo cierto es que el fiscal del caso solicitó que continúe detenido por el delito de "homicidio simple".

Cintia Vespasiani