El campo alerta por el revalúo: "No pueden gravar por un tinglado"


Desde la Federación Agraria Argentina (FAA) en la provincia de Buenos Aires expresaron su preocupación por el revalúo inmobiliario impulsado por la gestión de María Eugenia Vidal que, si bien ya fue publicado en el Boletín Oficial en junio (decreto 790), debe ser aprobado este semestre en el marco de la Ley impositiva.

Es que la iniciativa contempla el "recálculo de valores de la tierra urbana y suburbana” tanto “libre de mejoras y sus edificios” en el caso de los clubes de campo, barrios cerrados, clubes de chacra y emprendimientos similares; como si hayan existido “mejoras rurales y plantaciones" si se trata del campo.

Este último aspecto es el que preocupa al sector, desde donde temen que “un alambrado o un tinglado” califique como mejora y, por ende, implique una triple suba impositiva: en el inmobiliario, en las tasas municipales y en materia de Bienes Personales.

“La Gobernadora decidió con un decreto el aumento sobre los bienes que se consideran mejoras en los campos. Pero el problema es definir qué se consideran mejoras. Cuando en el Gobierno de (Daniel) Scioli se puso este aumento como mejora la idea era gravar a los campos que tienen casas muy costosas, cascos de estancia, pero en realidad después lo que se termina gravando son los tinglados para guardar los pavos u ordeñar”, señaló a este medio Jorge Solmi, director de la entidad a nivel bonaerense.

Y advirtió que “el Gobierno sostiene que los alambrados son mejoras cuando la ley rural dice que es necesario tener el campo alambrado”. “Es una obligación”, criticó.

En ese sentido, señaló que las entidades rurales mantendrán una reunión para ponerse de acuerdo en torno a los reclamos y acercarlos a las autoridades. “Queremos que detallen qué es lo que va a ser considerado mejora porque la persona que puso un mango para poder sumarle valor agregado a su campo, resulta que ahora tiene que pagar más impuestos por esa inversión, aunque sea un simple tinglado para trabajar y no se trate de una mejora suntuosa”, disparó.

El último revalúo fiscal urbano realizado en la Provincia data de 2005, aunque fue puesto en marcha dos años después. Es por eso que, según la Ley de Catastro, el nuevo recálculo debería ponerse en marcha en 2017.

No obstante, desde varios sectores pusieron el foco en la necesidad de que el mismo entre en vigencia de forma gradual con motivo del contexto económico y los recientes tarifazos en los servicios públicos.

Otras preocupaciones según la FAA. Aunque varios sectores de la Mesa de Enlace muestran una clara sintonía con el Gobierno, la entidad rural que aglutina a los pequeños y medianos productores es la que tiene una mirada más crítica.

Además de sus reiterados reclamos por la situación de las economías regionales a nivel nacional, Solmi hizo hincapié en la realidad impositiva en el caso de los productores bonaerenses. “El campo paga tres impuestos en la provincia de Buenos Aires: el impuesto inmobiliario, el impuesto a los sellos e ingresos brutos. Si a esto se le suma el aumento de la valuación fiscal, vendrán incrementos en relación con impuestos nacionales que están directamente vinculados a eso”, señaló.

Y advirtió que otro motivo de análisis en el encuentro con las demás entidades será el del impuesto “complementario” al inmobiliario. “Este se paga cuando el productor tiene más de dos parcelas, no importa la superficie. Esto genera que, por más que tengas cinco hectáreas, hay que pagar este impuesto. Y eso no llega a una unidad económica, sólo se abona por tenerlo divido administrativamente”, explicó.

Desde la FAA bonaerense han expresado su preocupación en el marco de la Comisión de Asuntos Agrarios y también, según Solmi, ante el ministro de esa área, Leonardo Sarquís, y su par de Economía, Hernán Lacunza. “Les dijimos que estamos preocupados por un aumento en las valuaciones sin que intervengan las comisiones de tasación. Antes las entidades formábamos parte de esto. Nosotros deberíamos ser parte de la elaboración en cualquier aumento de valuación”, se quejó y advirtió: “El Gobierno está viendo las cosas con una visión totalmente diferente a la que tenemos nosotros”.

Cintia Vespasiani