Celebran datos oficiales, pero disienten en el futuro económico


Después de tres años, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) difundió el Índice de Pobreza, que reveló que uno de cada tres argentinos padece esa condición. En diálogo con Info Región, el economista y ex diputado Claudio Lozano y el titular del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo, Javier Lindenboim, celebraron la difusión de datos oficiales. No obstante, disintieron respecto del pronóstico para los próximos meses: mientras que el primero indicó que se espera un escenario de “mayor conflictividad social e inestabilidad política”; el segundo consideró que “hay indicios alentadores” de que “lo peor empezará a quedar atrás”.

El coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) y dirigente nacional de Unidad Popular celebró que los nuevos datos “desmontan la falacia construida por el gobierno anterior del 4,7 por ciento de pobreza”. “También de que teníamos menos pobreza que Alemania. Esto ciertamente demuestra que la política denominada de inclusión no logró resolver la problemática social de la argentina “, indicó Lozano.

“Que sigamos teniendo niveles de pobreza como los que tenemos demuestra que no alcanza con crecer, sino que hay que modificar los contenidos de concentración, de extranjerización y el perfil productivo que tiene la Argentina para poder replantear la situación”, reflexionó.

A su vez, criticó que el macrismo “parece sentirse ajeno al número o porcentaje, a estos 13.800.000 pobres de la Argentina”. “Cuando la verdad es que una parte de esto le corresponde a las políticas que han puesto en marcha. Según nuestras estimaciones, 1.600.000 pobres más son los que tenemos como consecuencia de la aplicación de las medidas puestas en marcha por el gobierno actual”, reveló.

En ese sentido, dio un panorama negativo con vistas al último trimestre del año. “Si no se toma en cuenta, a partir de estos datos, que Argentina está socialmente atada con alambre, si el sistema político dominante no registra esta situación, la perspectiva y el futuro de Argentina es un escenario de conflictividad social creciente e inestabilidad política”, previó.

Desde el Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo, su titular, Javier Lindenboim, advirtió que es “extraordinariamente alentador tener nuevamente información confiable”. “No debemos olvidarnos de esto porque sería equivocado omitir que hace tres años atrás tuvimos un ministro de economía que decía que medir la pobreza era estigmatizante”, señaló.

Respecto de lo que depara el último trimestre, Lindenboim fue más optimista y advirtió que “hay indicios absolutamente alentadores”. “Da la impresión de que la peor situación empezó a quedar atrás y me hace acordar a cómo vivíamos el 2002. Estábamos en el medio de una situación extremadamente aguda y, luego de eso, vino un quinquenio de muy fuerte crecimiento económico. No creo que eso se reproduzca en esa intensidad, pero hay altas probabilidades de que efectivamente haya posibilidades de dejar atrás la crisis más fuerte de este primer semestre”, consideró.

Metas de inflación 2017. Luego de que el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, diera un panorama optimista respecto de las previsiones sobre el índice de precios para el año próximo, Lozano consideró que esa hipótesis oficial “se funda en un criterio reaccionario, conservador e injusto”.

“Las metas de inflación planteadas por Sturzenegger se basan en una hipótesis que es no reabrir paritarias ahora y dar por sentado que en las negociaciones del año próximo los trabajadores van a aceptar que perdieron lo que perdieron y van a discutir sólo en función de la inflación futura”, criticó Lozano.

Según el economista, las metas auspiciosas para el próximo año son a costa del salario de los trabajadores. “Sturzenegger piensa que se puede organizar una recuperación de la actividad económica de la Argentina sobre la base de salarios más bajos y una distribución más desigual del ingreso”, consideró.

“Del mismo modo que la reducción de la inflación que se vio en el curso de estos últimos dos meses fue a costa de la caída de los niveles de actividad, lo que el titular del BCRA propone es sostener una hipótesis de inflación de esta naturaleza en salarios bajos y desigual distribución del ingreso. Obviamente esto no necesariamente va a ocurrir. Creo que los trabajadores y la sociedad argentina tienen suficientes herramientas y capacidades para cuestionar ese objetivo y, probablemente, si eso ocurre, las metas planteadas por Sturzenegger no den resultado”, cuestionó.

Y advirtió que las previsiones anunciadas buscan que la gente “crea en los peces de colores”. “Si un país o una economía tiene una caída de más de dos puntos del producto y, en ese contexto, una inflación del 40, pensar que por arte de magia vamos a crecer el 3,5% y que la inflación va a ser la mitad o menos, es francamente creer en los peces de colores”, resaltó y fustigó: “Es una hipótesis que se funda en un criterio bastante reaccionario, conservador e injusto, como es trasladarle el problema y la crisis a los trabajadores, al mismo tiempo que es absolutamente irreal”.

Cintia Vespasiani