Los equipos de la región ya trabajan bajo el anhelo de un buen campeonato


Pica la pelota, la levanta, hace un jueguito y de nuevo el zigzag entre los conos. Trote en el lugar, pique a la carrera y vuelta a tomar la pelota….El descanso de los planteles de fútbol en la región llegó a su fin. El receso por las vacaciones de verano terminó y los diferentes equipos ya comenzaron a realizar sus primeros trabajos físicos para empezar a aflojar los músculos y aspirar a la mejor puesta a punto posible para afrontar el primer semestre del año.

El 2013 comenzó y con él, un nuevo ciclo en materia deportiva. Las esperanzas renovadas, los nuevos objetivos y las aspiraciones de un año exitoso encuentran a los equipos de la región –tanto en la A como en la B Nacional, la Metropolitana u otras categorías- preparándose para comenzar sus respectivas pretemporadas a fin de alcanzar el objetivo máximo durante el año: escalar en lo más alto de sus respectivas tablas de posiciones.



Tener un semestre más regular. Lanús es el único equipo de la región que milita en la máxima categoría del fútbol argentino, la Primera División. Si bien viene de realizar un buen Torneo Inicial y de pelear hasta las últimas fechas por el título, en los dos partidos decisivos no logró el triunfo que necesitaba y Vélez fue el que se quedó con el campeonato.

Una de las principales falencias que tuvo el Granate fue no haber logrado un buen arranque de torneo (en las primeras nueve fechas ganó tres, empató dos y cayó cuatro veces), lo cual lo pudo compensar con las siete victorias al hilo que logró sobre el final (desde la fecha 10 hasta la 16).

Durante la mañana de ayer, los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto comenzarán con la pretemporada en las instalaciones del Polideportivo Lorenzo Francisco D’Angelo, lugar en donde entrenarán hasta el lunes.

A partir de ese día, los jugadores seguirán con los trabajos, hasta el 19 de enero, en el Complejo Habitacional de la Asociación de Fútbol Argentino

En cuanto al mercado de pases, para el Granate se puede emplear el viejo refrán que dice “mucho ruido, pocas nueces”, puesto que hubo varios rumores acerca de posibles llegadas y salidas de jugadores, pero lo concreto es que aún se desconoce el futuro inmediato respecto de los arribos y la emigración de integrantes del plantel.



Los ojos puestos en el ascenso. Para hacer un balance de lo que fue 2012 para Banfield, hay que tener en cuenta el punto de quiebre que ocurrió a mitad de año: atrapado en una crisis financiera, institucional y deportiva, el Taladro descendió a la B Nacional. Posteriormente, en el segundo semestre, tuvo una aceptable tarea en la segunda categoría del fútbol argentino y finalizó la primera rueda a un punto de la zona de ascenso a la Primera A.

Para continuar por la misma senda y ajustar detalles en lo que respecta al juego, sobre todo en la defensa, donde demostró su peor versión, el plantel dirigido por Daniel Garnero retomó las prácticas el jueves por la mañana en el Campo de Deportes que el Club tiene en Luis Guillón.

Allí los jugadores entrenarán hasta mañana, cuando la delegación del Taladro viaje a Mar del Plata, donde realizarán la parte más exigente de la pretemporada, precisamente en el Complejo Apand, en el cual permanecerán hasta el 18 de enero. Luego de su paso por La Feliz, los jugadores volverán a Luis Guillón a continuar con las actividades.

En cuanto a posibles refuerzos y partidas, la única noticia concreta es que el defensor Alejandro Delfino continuará su carrera en el Antofagasta de Chile. Mientras que respecto a las llegadas, sólo hubo rumores.

Banfield logró una recuperación y un presente futbolístico impensado a mitad del año pasado. En ese sentido, buscará continuar por el mismo camino y volver a ocupar un lugar en la máxima categoría para comenzar a escribir un nuevo capítulo en su historia en la Primera División.



Con la cabeza puesta en ambos frentes. Temperley arrancó el año con dos objetivos diferentes, pero que van de la mano: sumar la mayor cantidad de puntos posible para alejarse de la zona de descenso y, a su vez, arrimarse a la de ascensos.

En 2012 vivió un año inolvidable debido a las celebraciones centenarias de la institución, la renuncia del ahora ex presidente, Mauro Morrone, a mitad de año y la asunción de Hernán Lewin en el marco de un proceso de reorganización institucional y de un incremento notable en el número de socios, que colaboran para mejorar su situación económica.

El último semestre futbolístico regaló más sonrisas que tristezas. Comenzó la Temporada 2012/2013 muy comprometido con la zona roja de los promedios, pero a medida que las fechas fueron transcurriendo, los dirigidos por Rodolfo Della Pica enderezaron el rumbo y finalizaron el año a siete puntos del líder, Atlanta, y consiguieron una importante ventaja sobre sus rivales directos en la lucha por mantener la categoría (a cinco de Los Andes, diez de San Telmo y once de Tristán Suárez).

Por eso mismo, el plantel del Gasolero volvió a los entrenamientos el jueves por la tarde con el objetivo escindido en dos, puesto que la meta de sumar puntos para alejarse de la zona de descenso lo depositará, de lograrlo, en la lucha por el ascenso.

Sin bajas ni altas, el plantel viajó ayer a Santa Teresita, donde realizará la parte más exigente de la pretemporada hasta el 11 en el Hotel Golf Internacional. La única alternativa que barajan desde la Comisión Directiva es la posible llegada de Ezequiel Petrovelli, delantero que actualmente está en Nueva Chicago, pero que tiene grandes chances de llegar a Temperley.



Cambiar la cara y mantener la categoría. Los Andes tuvo un 2012 lejano a las expectativas que había generado, sobre todo en el último semestre del año (en el primero llegó hasta los playoffs). Los malos resultados se transformaron en una floja campaña, muy alejado de las ilusiones que se habían mentado con las buenas incorporaciones que había hecho la institución de Lomas de Zamora, con Germán Scamporrino, Aldo Visconti y Brian Nieva a la cabeza.

Comenzó la Temporada 2012/2013 con la preocupación de los promedios en forma latente y finalizó la primera rueda con una amenaza que se transformó en realidad: le lleva cinco unidades a San Telmo y seis a Tristán Suárez. Lejos de estar peleando por uno de los ascensos a la B Nacional (objetivo con el que se conformó el plantel), el Milrayitas anhela cambiar su presente.

Con ese objetivo en mente, el plantel comandado por Felipe De La Riva (fue el tercer técnico en el año, ya que antes estuvieron Raúl Cascini y Juan Carlos Díaz, además del interinato de una fecha de Damián Timpani), volvió al trabajo el jueves en el predio de El Delfín, donde se entrenará hasta el 11 de enero.

El 12 de enero, Los Andes se trasladará hasta Caballito para afrontar su primer amistoso con Ferro, equipo de categoría superior. Al día siguiente, la delegación albirroja viajará hasta Mariano Acosta, localidad ubicada a 30 minutos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde los jugadores realizarán la parte más exigente de la pretemporada hasta el 19. Una vez finalizada esa etapa, regresarán al El Delfín a continuar con los trabajos físicos y con pelota.

De La Riva, una vez que finalizó deportivamente el 2012, exigió que las dos incorporaciones que podrían hacerse lleguen antes del inicio de la pretemporada. La Comisión Directiva actuó en consecuencia para que Jonathan Belforte y Lucio Ceresetto firmaran sus vínculos con el club antes de Navidad.



Sueña con su primera vez.

Brown de Adrogué nunca jugó en la máxima categoría del ascenso del fútbol argentino. No obstante, las últimas temporadas del Tricolor son suficientes para ilusionarse con conseguir su pase a la B Nacional.

Si bien no tuvieron un semestre acorde a lo que acostumbraban, los dirigidos por Pablo Vicó terminaron 2012 a 12 unidades del líder, Atlanta. Lejos de caer en un bajón futbolístico, el plantel comenzó con la pretemporada el jueves por la mañana, para intentar llegar de la mejor manera posible a la segunda rueda del campeonato.

Según pudo saber Info Región, el Tricolor no viajará hacia ninguna ciudad en particular para realizar los entrenamientos, sino que llevará a cabo sus prácticas en las instalaciones del Lorenzo Arandilla, donde se harán todos los trabajos y, a medida que los días transcurran, se empezarán a hacer ejercicios a doble turno.

La baja confirmada para afrontar el último tramo del campeonato es la de Fernando Pasquale, quien seguirá su carrera en Atlanta. No obstante, la Comisión Directiva del conjunto de Adrogué encontró rápidamente un reemplazante para el Melli y el jueves, antes del inicio de la práctica, Cristian Bordacahar firmó por seis meses.



Los deseos e ilusiones de cada equipo de la región están en marcha. La posibilidad de que lleguen a concretarlos depende, en gran medida, de la realización de una buena pretemporada. Es que será una correcta base física la que logrará prever futuras lesiones y anticipar un buen desempeño.



Santiago Coni