Declaró un perito forense en el juicio por el crimen de Romina


En una de las anteriores audiencias del juicio que arrancó el 4 de este mes, había declarado una hermana del acusado Silvano Maidana, María Angélica Maidana, quien había asegurado haber visto “un forcejeo entre Romina (Acuña, la víctima) y su hermano (Alejandro Acuña, alias “Chochano”). Esta posibilidad, planteaba la posibilidad de que la bala que terminó con la vida de Romina Acuña no partiera del arma del acusado sino de su propio hermano. En la audiencia de este viernes, un perito fue consultado al respecto y despejó dudas.

La hermana del único acusado había indicado que el día del hecho, ella estaba “en la planta alta de su casa” cuando vio que “forcejearon con el revólver”. “Después de eso, la vi a ella agarrarse el pecho, porque le habían dado un tiro”, completaba su testimonio. En la audiencia de hoy declaró el médico forense de La Morgue Judicial de Lomas de Zamora César Adrián Rodríguez Paquete Draghi, a quien se le mostró el informe de la autopsia realizada.

El profesional precisó que la muerte fue por el impacto de una bala que provocó una herida en la aorta toráxica. “Ese tipo de herida dejo un tiempo de vida corto. La víctima puede perder el conocimiento en dos o tres minutos, y fallecer a los diez minutos del impacto”, manifestó.

Rodríguez Paquete Draghi indicó que “la trayectoria del proyectil fue (en el pecho) de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda y desde adelante hacia atrás”, y planteó que “el disparo se efectuó a un mínimo de 50 centímetros de distancia”.

En ese sentido, detalló que de haberse efectuado (el disparo que mató a Romina) en el momento del forcejeo con el hermano, “hubiesen quedado rastros de pólvora en la mano de la víctima o algún tipo de quemadura”, teniendo en cuenta que la hermana del acusado –en su testimonio- argumentó que “Romina agarraba la punta del arma del hermano porque se la quería sacar”.

El médico forense explicó: “Solo podría haber sido de esa manera si había ropa en interposición –entre el arma y la víctima-. Pero no sería posible porque el orificio de entrada estaba en el lado derecho del pecho de la víctima. Además, según el perito de rastros, que señala que la víctima tenía una remera de escote ‘en V’ amplio, no existió elemento interpuesto”.

En torno a la trayectoria, Rodríguez Paquete Draghi reveló: “El arma debió estar frente a la víctima, ya sea a 50 centímetros o dos, tres, diez metros. Pero depende de la altura de la persona que dispare. Con un arma, uno tiende a agazaparse. En ese caso, el arma estaría ubicada de arriba hacia abajo. Para que se dé esa trayectoria, tiene que haber una determinada altura, más alta a la víctima”. Y agregó: “La víctima medía 1.67 metros. El tirador, para que ella no se agazape, tendría haber estado mucho más arriba, mayor a dos metros. Ante una agresión, uno tiende a huir. Ante amenaza de arma de fuego, uno se va para atrás o si puede se esconde".

A modo de conclusión, precisó: "En caso de que hubiera sido un forcejeo, se podría haber agachado, eso no se puede descartar porque se trata de una situación dinámica. En cualquiera de los casos, la posición del arma no varía: apunta a la víctima”.

El martes próximo será la audiencia de alegatos, en la que las partes darán a conocer el pedido de condena. Se espera que la sentencia se de a conocer la semana que viene.

MAP de la Redacción de Info Región.