Son cuatro las iniciativas que llegan a la Cámara de Diputados y las negociaciones persisten a poco del comienzo de la sesión especial porque ningún bloque tiene los votos necesarios para aprobar el propio.
La iniciativa oficial propone un aumento del 15 por ciento en el mínimo no imponible, con un piso de $ 21.712 netos para solteros y de $ 25.231 para el trabajador casado y con dos hijos. Respecto del costo fiscal del mismo, el Ejecutivo accedió a crear un impuesto al juego: se esperan recaudar $ 6000 millones. Como contrapartida, la iniciativa del Frente Renovador propone elevar en un 60 por ciento el mínimo no imponible, llevándolo a un nuevo piso de 48.000 pesos para casados con dos hijos y de 34.000 pesos para los solteros, lo que generaría un costo fiscal de 48.500 millones de pesos.
Además, están en pugna iniciativas del Frente para la Victoria y del Frente de Izquierda, que plantean diferentes alternativas para modificar a partir del 1 de enero próximo el impuesto a las Ganancias.
Desde Cambiemos, Mario Negri sostuvo: “No tenemos problemas siempre y cuando el proyecto tenga racionalidad fiscal”. Luciano Laspina, apuntó que "todos los escenarios están abiertos". "Ganancias es un impuesto que está en el corazón de la discusión pública, hay, todavía, margen para alguna negociación", amplió.
Desde el Frente para la Victoria, Axel Kicillof, dijo que su bloque convocará a "toda la oposición a votar junta para llegar a un esquema que favorezca a todos los trabajadores". Héctor Recalde bregó por el consenso. “Esperemos que se unifique la oposición y vote a favor del pueblo”, dijo.
Desde el Frente Renovador, José Ignacio De Mendiguren, instó en que "no hay medida más reactivante" que el proyecto que impulsa el massismo. Acerca del dictamen del FPV, opinó que es "difícil de financiar".
Comenzó la sesión especial y persisten las diferencias
