La Navidad de quienes sufren la mirada esquiva de la sociedad


La mesa se armó temprano, como en cualquier casa. Los ansiosos esperaban la llegada de la comida y otros preferían charlas de las cosas diarias. Pero su realidad es bien diferente a la de la mayoría. Ellos son hombres en situación de calle, que se acercaron el sábado al hogar de Llavallol para encontrar refugio, alimento y compañía en una jornada en la que los recuerdos y las sillas vacías aparecen.

En diálogo con Info Región, el encargado del Espacio Tinku, cuyo centro está ubicado en el cruce de las calles Mercedes y Dean Funes, en Llavallol, Sebastián Ferrero aseguró que “fue un momento muy lindo”, enmarcado dentro de una fecha en la que lo más importante es “poder compartir” ayuda, paz y familia.

“Pasamos un momento muy agradable, cenando carne al horno con ensalada (vegetales) y ensalada rusa. A las 12 brindamos e hicimos un globo con todos nuestros deseos. Después, abrimos los regalos y nos quedamos charlando hasta la madrugada”, relató Ferrero, quien evaluó que todo se desarrolló con un clima “de mucha paz y de típico ámbito familiar”. “Fue una noche súper linda, que no deja de ser algo sencillo para todos”, apuntó.

En las reuniones familiares, el recuerdo de quienes ya no están suele decir presente, y a ellos les pasa lo mismo, pero no hay hermano o primo para abrazar. Tampoco techo ni refugio. En este marco, Sebastián contó: “Pudimos acercarnos para compartir la vida, en lo que son momentos muy difíciles para los que fueron dejados por su familia, o la perdieron”. “Las Fiestas se deben pasar en familia, pero a ellos se les hace muy difícil y es muy duro para las personas que están en situación de calle”, completó.

Próximo evento. Como bien indica el término “Tinku” (en quechua, “Encuentro”) el próximo tendrá lugar en la noche de Año Nuevo, para que las personas más necesitadas pueda recibir el 2017 con sus mejores deseos y con nuevas posibilidades para seguir adelante.

Además, el lugar funciona de la manera habitual. Por las noches, como un hogar de tránsito para unas 20 personas en situación de calle; durante el día (lunes, miércoles y viernes) como un centro barrial de contención social para un total de 50 chicos y chicas.

Todos los martes, cabe recordar, los voluntarios se hacen presentes en las calles de Lomas para dar un plato de comida a los más necesitados.

PF de la redacción de Info Región.