Mientras Gina lucha por sobrevivir, la sociedad gritó #NiUnaMenos


Tiene 20 años y pelea por su vida. Se llama Gina Cervona y tiene el 80 por ciento del cuerpo quemado. El 3 de enero fue rociada con alcohol y prendida fuego en su casa de Quilmes y por el hecho detuvieron a su pareja, Ezequiel Fariña.

El hecho es investigado por la fiscal Ximena Santoro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial Quilmes. El imputado se negó a declarar ante la fiscal, quien pidió la conversión de la aprehensión en detención, que ya fue concedida por el juez de garantías Marcelo Goldberg.

“Dijimos #NiUnaMenos y seguimos siendo muchas más”. Esta frase puede haber sido dicho por cualquier mujer que algún vez participó de las convocatorias contra la violencia machista o simplemente usó el hashtag para expresarse y se volvió a escuchar este miércoles, en la movilización qur tuvo lugar en inmediaciones de la estación ferroviaria de Quilmes.

Desde Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) expresaron su repudio por este hecho. “Desde nuestro colectivo nos solidarizamos con Gina Cervona y su familia. Exigimos a la Justicia y a todos los actores del Estado responsables de velar por nuestra integridad que este intento de femicidio no quede impune, que se tomen las medidas necesarias y se condenen a los femicidas”, reclamaron.

“Estamos cansadas que nos sigan negando nuestro derecho a vivir una vida libre de violencia; cansadas de que nos prendan fuego, nos golpeen, nos cosifiquen, nos violenten desde la sociedad, nuestras parejas, los medios, el Estado...Por eso volvemos a gritar y a exigir una vez más #NiUnaMenos”, indicaron. “Sin decisión y voluntad política no hay #NiUnaMenos. Dijimos #NiUnaMenos y seguimos siendo muchas más”, apunta el texto.

Este miércoles, decenas de personas se concentraron en Quilmes para pedir justicia y reclamar seguridad, además de políticas para prevenir la violencia de género. Jonathan, hermano de Gina, participó de la marcha y contó cómo sigue la joven. Se encuentra internada en el hospital Alemán de Capital Federal, donde fue derivada desde el Iriarte. Había ingresado con quemaduras en el 80 por ciento del cuerpo y según precisiones médicas, el 20 son superficiales pero la gran mayoría revisten suma gravedad.

"Le sacaron la piel muerta para que no se infecte. Todo depende de ella, ahora", explicó el hermano de la joven que fue rociada con alcohol y prendida fuego el 3 de enero en la casa que compartía con su pareja en Quilmes. Vecinos la ayudaron a salir de la casa, mientras su novio advertía que él no había tenido nada que ver con el siniestro. "Callate, escuché toda la semana como la cagaba a palos", le respondió una vecina en ese momento, llevando a la joven a la ambulancia.

Al ser consultado por la relación de pareja, Jonathan explicó que "siempre me demostró que estaba bien" y admitió que tanto él como su entorno sienten "impotencia" porque "no se puedo hacer nada" para ayudarla.

MDA de la Redacción de Info Región