La familia Iraizos espera revertir la “libertad asistida” a Etchechury


Pasaron más de 12 años desde que Nahuel Iraizos murió luego de haber recibido un disparo en la cabeza cuando Alejandro Etchechury, Irineo Rojas y Víctor Hugo Sierra ingresaron armados a la maderera de la familia, en Llavallol. La causa fue elevada a juicio y los tres hombres recibieron sus respectivas condenas. Incluso hubo una revisión de carátula y a Etchechury le sumaron dos años más de prisión, a los 12 ya dictaminados, por el “homicidio agravado de Nahuel, en concurso real con el intento de asesinato a Hugo Iraizos”.

Sin embargo, en diciembre de 2014 a Etchechury le otorgaron el beneficio de la libertad asistida y desde entonces se encuentra libre, algo que genera preocupación e impunidad en la familia Iraizos.

Etchechury libre y las llamadas. Iraizos aseguró que estaban “relativamente tranquilos” hasta que se enteraron de la liberación de Etchechury. “Cuando me enteré de esto, presenté un recurso ante la Suprema Corte de Justicia, donde declaré que me opongo a la libertad asistida”, explicó.

“Ese recurso finalmente ingresó, cuando en general son rechazados, y todavía tengo la esperanza de que se revierta el fallo y logremos que lo metan preso de vuelta”, completó.

Pero el panorama pareciera complicarse porque “hace unos meses empezaron a llamar por teléfono desde la cárcel”. Iraizos sostiene que se trata de quien lo quiso matar en agosto de 2004.

“Las primeras llamadas fueron a la fábrica, y como no estaba, el que atendió es mi yerno. Todas provinieron de la penitenciaría y fueron tres veces seguidas. Mi yerno al principio no atendió, pero a la cuarta vez llamaron desde un número privado. Ahí si atendió y quien llamó dijo: ‘Hola Iraizos, ¿No me conoce? Soy Irineo Rojas’. Mi yerno se puso nervioso y cortó rápidamente la llamada”, repasó Hugo Iraizos.

Tras una serie de investigaciones, se comprobaron que todas las llamadas provinieron del Penal de Florencio Varela y en esta causa tramita la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Lomas de Zamora.

Amenazas.
Además de las llamadas, Iraizos afirmó que pesar de la custodia que posee, tanto en su casa como en la maderera, le robaron un coche “y lo prendieron fuego a unas cuadras de casa”. “Tras esto, hubo otros hechos que se siguen sumando y hace que todo sea muy complicado”, lamentó.

“Todo esto me motivó a pedirle a la Justicia que investigue los motivos por los cuales estos sujetos me buscaron para matarme, lo cual complicó todo evidentemente. Porque a ellos los condenan por el intento de homicidio y demás, pero nunca quedó claro por qué fueron a hacerlo”, se preguntó Iraizos.

Y concluyó: “Este caso estaba tan claro en su momento y todo estaba encaminado para que termine bien; es increíble que a través de vericuetos legales lo dibujen para que nunca lleguemos a la verdad”.