Expectativa por la ley, pero preocupación por la letra chica


La sensación que respiran hoy los cultivadores de cannabis medicinal, los padres y familiares de personas con afecciones neurológicas o físicas que necesitan del aceite para mejorar su calidad de vida e incluso quienes, por su propia salud y bienestar, requieren de la sustancia, es la misma: entusiasmo y expectativa, pero con reparos.

Es que su ardua lucha de años los lleva hoy a apoyar una ley que consideran incompleta y, en el fondo, hasta insensible. Pero es eso o nada. Así lo apunta a Info Región Adriana Funaro, la vecina de Ezeiza que desde mediados de febrero está con prisión domiciliaria por su cultivo de cannabis solidario para Delfina, una pequeña de 3 años que padece microcefalia.

“A pesar de que yo lo estoy padeciendo en carne propia, creo que si nosotros vamos por el auto cultivo, aunque sea solidario, no sale nunca más esta ley. Para que esta ley salga hemos trabajado y soportado mucho, como que diputados nos dijeran en la cara que lo queremos para fumar cuando las madres tienen niños con epilepsia en su casa. Hay incluso una división entre los cannabicultores por este tema, pero si no vamos por paso, no vamos a obtener nada. Es esto o nada. Y en el nada hay muchos chicos que no pueden esperar más para sonreír”, sostiene.

Uno de esos chicos es Delfina, su nietita del corazón, a quien desde hace un año y medio le mejoró su estado de salud con el cannabis de su producción. “Tenía convulsiones de hora y media continuas como cuatro o cinco veces por día. No conectaba. Un año después de tomar el aceite, viendo qué cepas de las que yo tenía podían funcionar, dejó de convulsionar. Antes se lastimaba toda y hoy desaparecieron las convulsiones, la nena sonríe y se sienta.En el Garrahan me habían dicho que eso no iba a pasar nunca”, sostiene.

Además del auto cultivo, otro aspecto que quedará librado a la reglamentación es el de las patologías contempladas por la ley. El proyecto con dictamen de comisión, y que se aprobaría hoy, no detalla las patologías por las cuales se habilitará el suministro. “La autoridad de aplicación será la que defina las patologías que abarque la ley”, confirma a Info Región Ana García Nicora, que es presidenta de Cameda (Cannabis Medicinal Argentina), pero ante todo mamá de Julieta, una joven de 27 años que desde los 3 sufre epilepsia refractaria.

He ahí la letra chica. Por el momento se contemplarían padecimientos neurológicos, pero quedaría para la reglamentación la inclusión de los pacientes oncológicos, con HIV o con padecimientos óseos, como es el caso de Adriana, que a sus 46 años padece una artrosis crónica en su rodilla.

A pesar de ser una mujer que necesita caminar porque, sino, no tiene vida, es Delfina la que me hace pensar que ellos, los chicos, van primero. Por eso no le podemos decir que no a esto. Si a esto le decimos que no, no nos dan nada. Nos quedamos con las manos vacías”, sostiene.

A Adriana el lunes le dictaron prisión preventiva.

Qué dice la ley y qué quedará para la letra chica. El proyecto tiene como objetivo establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico o paliativo de la planta de cannabis y sus derivados. También contempla un programa nacional para el estudio del uso del cannabis medicinal.

Según el texto de la ley, el Ministerio de Salud deberá garantizar el suministro de los insumos necesarios a aquellos pacientes que lo requieran, permitiendo la importación y la producción de la planta y el aceite por parte del Estado. De esta manera, sólo quedarían autorizados para cultivar la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Además, la Anmat podrá importar el aceite de cannabis, cuya provisión será gratuita para quienes estén incorporados en el registro del programa nacional que creará la futura ley.

¿Qué queda afuera?

•Auto cultivo

•Detalle de patologías contempladas

•Otras variedades de cepas además del Aceite de Charlotte (llamado así por el caso de Charlotte Figi, la primera niña con derecho a utilizar cannabis con fines medicinales en Colorado, Estados Unidos)

“El aceite de Charlotte es una sola variedad, que es con CBD y que, por ejemplo, a Delfina no le sirve. Por eso el auto cultivo es la mejor manera. Porque vos conoces tu cuerpo, cada persona se empodera de su salud, cultiva su cepa, hace el aceite y está con su salud como corresponde”, sostiene Adriana y explica: “El cannabis tiene algo muy particular porque cada persona tiene un sistema endocannabinoide, pero el sistema actúa con cada persona desde un lugar. Por eso el auto cultivo es importante, porque hay cientos de cepas, como hay cientos de patologías, y quizás una cepa le sirva a una persona y no a otra”.

García Nicora, que también es médica con formación en Diagnóstico por imágenes en Mastología y miembro LALCEC o Liga Argentina de lucha contra el Cáncer, le había detallado a este medio la “base científica” del uso de la sustancia al aludir al "sistema endocannabinoide" que funciona en nuestro organismo. "Este sistema hace que nosotros fabriquemos nuestra propia marihuana, la anandamida y la 2-AG y, con receptores CB1 Y CB2, con un gran porcentaje en el cerebro", precisó.

"De esa manera, esto explica por qué habría respuesta cuando se le administra cannabis a un paciente, de cualquiera de las formas, ya sea aceite, inhalado, una crema, etc", detalló.

Pero el apoyo a la ley, aunque aún resten todas estas aclaraciones en la reglamentación, se vuelve fundamental. Porque sin ley, no hay importación. Y sin importación en manos del Estado, el gasto para adquirir el aceite es de 350 dólares mensuales.

No dejes para mañana… Desde Cameda sostienen que muchos legisladores advirtieron que se trataba de una “ley corta”, pero que la necesidad primera es la aprobación. “Muchos están de acuerdo en sacar otro instrumento legislativo para poder cubrir el tema del auto cultivo y de las patologías, pero eso va a quedar para la reglamentación”, asegura Nicora.

“Lo que se acordó fue firmar el dictamen y empezar a trabajar a partir del jueves el tema del auto cultivo. Lo han verbalizado y entendieron que lo que construyó la sociedad hay que empezar a legalizarlo a partir de los derechos individuales y el cuidado de la salud”, señaló.

Y aseguró que tanto su organización como las que están en lucha desde hace años estarán atentos y participarán de la reglamentación. “Hay que entender que esta legislación es amplia –sostiene- y que lo importante ahora es la reglamentación. Y en ese consejo consultivo que la ley establece conformar para la misma se convocará a organizaciones y ONG’s y seremos parte”. Quizás ahí empiece otra batalla.

Cintia Vespasiani