El conflicto se desencadenó el 28 de abril, cuando el PAMI le notificó a las grandes cámaras de la industria farmacéutica que rescindiría el contrato de provisión firmado apenas tres meses antes, en enero, cuando el organismo se encontraba aún bajo la conducción de Carlos Regazzoni.
A su vez, responsabilizó a los laboratorios de la prestación por sesenta días, pese a la deuda millonaria que el Estado mantiene con la industria. Es por eso que desde los Colegios de Farmacéuticos de la región habían alertado a este medio que si la negociación entre la industria y el Estado no llega a buen puerto, podría verse afectada la prestación de medicamentos, ya que el sector “no puede absorber las deudas”.
Es que, según detallaron, como producto de la deuda millonaria que el Estado (el PAMI) mantiene con la industria, ésta última le debe a las farmacias unos 1800 millones de pesos. “Las farmacias no terminamos de cobrar lo que atendimos en febrero”, aseguraron.
En ese marco, desde las Comisiones de Acción Social y Salud Pública y Adultos Mayores de la Cámara de Diputados de la Nación citaron la semana pasada al titular del organismo, Sergio Cassinotti, a dar explicaciones sobre la situación. No obstante, el funcionario pegó el faltazo y envió en su reemplazo a Ricardo Mastai, a cargo de la Secretaría General Técnico Médica del PAMI.
“No dan la cara porque es muy riesgoso, como tantas otras medidas de este Gobierno. Se puede rever el convenio del PAMI con la industria, pero debe hacerse sin que peligre el suministro de medicamentos a los jubilados”, señaló a Info Región la diputada nacional del FpV Carolina Gaillard, que preside la comisión de Salud a la que se ausentó Cassinotti.
En la misma, Mastai señaló que en el futuro se discutirá “con los afiliados cual será el mejor modelo prestacional” pero que en el contexto actual “ante un elevado nivel de ´sobreprestaciones´” desarrollaron “un modelo de capitación simple, que consiste en asignar un valor por paciente o básicamente por afiliado, en una unidad de tiempo” y aseguró que ese modelo es empleado por países como Uruguay, Chile y Colombia.
Tras tildar de “irresponsable” la ausencia del titular del PAMI, Gaillard apuntó a Info Región que ve “con mucha preocupación el cambio de procedimiento y de metodología”.
“Podría llegar a tener un buen objetivo, pero la verdad es que en el medio de los cambios se produce faltante de medicamentos y las prestaciones empiezan a empeorar”, indicó y analizó que “cambiar el sistema de prestaciones pago por el de prestaciones por parte del PAMI por pago por cápita de un monto por cada afiliado empeorará” el sistema.
“Los prestadores van a empezar a tener una determinada cantidad de turnos limitada, una cantidad de prestaciones limitadas y eso va a generar que al jubilado le cueste mucho más acceder a las mismas”, criticó y aseguró que “el PAMI va a empezar a denegarle la cobertura y las prestaciones por estos cambios que se está llevando adelante”.
Es por eso que Gaillard reiteró que la medida es “riesgosa”. “Me parece un tanto desprolija e irresponsable, de alguna manera, porque antes de hacer los cambios deben evaluarse el impacto y las consecuencias. Y hoy la consecuencia visible es que los jubilados tienen que pagar de su bolsillo, tanto los medicamentos como las prestaciones”, fustigó.
Cintia Vespasiani
Tildan de “irresponsable” la revisión del convenio entre PAMI e industria
