El caso de Melisa Tuffner va a juicio abreviado


Tuffner aseguró que, en un principio, la familia de Mell se opuso al desarrollo de un juicio abreviado, ya que sabían que la pena podría ser menor a la que reclamaban. Sin embargo, el pedido de Sosa, quien no quería ser sometido al proceso oral y la falta de “seguridad” del fiscal de Ejecución, Pablo Pando, para convencer al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de que Sosa debería ser condenado a la pena máxima, causaron que haya que reconsiderar de un proceso judicial mucho más breve.

“Volviendo todo atrás y lo que tiene que ver con las pruebas que hay, tenemos que tener cuidado porque un abogado defensor bien puede sacar a su defendido caminando de la mano. Y lo único que hay es una cámara de seguridad en el que Sosa se reconoció siguiendo a Mell ochenta metros antes de que la atacaran, más allá de las declaraciones de algunas personas, sobre que era un acosador y que ya tenía causas por robo y abuso. Por lo que en un debate oral, con tres jueces que no siempre piensan de igual forma, hay muchas posibilidades de que garanticen la libertad del acusado”, explicó Marcelo Tuffner, quien junto a la familia evaluó cada una de estas cuestiones y, en consecuencia, decidieron “ir a juicio abreviado”.

Pando me propuso, después de hablar con el abogado defensor, pedir doce años de prisión. Todavía no está claro si será efectiva, para eso hay que esperar que resuelva el Tribunal. Pero seguro le darán como mínimo ocho años. En un proceso oral, con las pruebas que tenía la fiscalía, se iba a pedir veinte años. Pero siempre está el riesgo de que los jueces, cuando pedís esa pena, otorguen quince; y, que por ser un juicio oral, tienen la posibilidad de salir en siente y, por ahí, en tres está en la calle. Entonces, si hay que tranzar, prefiero que esté doce años en la cárcel y no que en tres ya esté en la calle”, aclaró.

Ahora le toca al TOC 8 ejecutar la pena, y en la familia Tuffner están expectantes sobre la fecha para la realización de la audiencia. “Costó mucho aceptar esto, porque en base a la investigación que se hizo, a que Sosa no declaró y a no querer ir a juicio oral, pensamos en otro desenlace para la causa”, reconoció el papá de Mell.

“Más de lo que se hizo, no se puede hacer. Con un año y medio de investigación, no nos convenció este desenlace. Pero uno se pone a pensar y dijimos que ‘bueno, ya está, hay que seguir así’”, concluyó.

El caso. El domingo 19 de julio de 2015 Melisa fue encontrada golpeada e inconsciente. Había salido de su casa alrededor de las 18.40 y tenía previsto asistir al partido que Temperley disputó con Independiente en el Alfredo Beranger.

Alrededor de las 20.30, autoridades policiales le avisaron a la familia de la joven que había sido hallada “a dos cuadras” de un centro cultural “tirada, golpeada e inconsciente”, y estaba internada en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps.

Fue trasladada al día siguiente al Hospital Sirio Libanés, de Villa Devoto, donde falleció -el 22 de julio- por una hemorragia interna, después de haber estado internada con muerte cerebral.

Según determinó la autopsia, tenía heridas de arma blanca craneoencefálicas que le causaron muerte cerebral. Lo determinaron peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Sosa fue detenido en septiembre del año pasado imputado por el homicidio. Para su detención fueron claves las cámaras de seguridad de la zona. Era allegado a Melisa e inclusive, en los días previos a ser detenido, se acercó a la familia para darle el pésame.



PF de la redacción de Info Región.