El padre del adolescente que tenía el celular de Anahí Benítez, la joven que fue encontrada asesinada en la Reserva de Santa Cartalina el 4 de agosto, declaró este jueves ante las fiscales de la causa, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey. Se trata de Marcelo Villalba, de 40 años, quien permanece detenido por “encubrimiento agravado” desde el miércoles de la semana pasada, cuando la activación del aparato celular guió a los investigadores a la casa de su hijo.
Antes de declarar ante las fiscales de la UFI 2 especializada en Femicidio de Lomas de Zamora, Villalba aceptó que le extrajeran una muestra de sangre para cotejar su ADN y negó conocer tanto a Anahí como a Marcos Bazán, el otro detenido de la causa que sí está acusado del homicidio.
El testimonio de Villaba tiene lugar luego de haberse negado a declarar la semana pasada y tras la nueva inspección a su vivienda, sobre Oliden al 1200, realizada ayer.
Si bien el IMEI (el número de Identidad Internacional de Equipo Móvil, por su sigla en inglés) del celular de Anahí se activó el miércoles de la semana pasada, Villalba declaró que había encontrado el celular de Anahí “hace unas semanas”. También atestiguó que “lo halló en la calle, en una vereda con pasto”.
Señaló que en ese momento le sacó el chip y lo tiró. Más tarde, según su relato, llamó a su hermano para que lo ayudara a desbloquear el equipo con el objetivo de luego regalarle el teléfono a su hijo.
Según las fuentes, Villalba contó que el día que encontró el teléfono también tiró la carcasa del celular en el baldío de al lado de su casa, donde ese mismo día fue hallada por las pesquisas.
En paralelo a la declaración de Villalba, también se presentó ante las fiscales un amigo de la víctima. Si bien aún no trascendió su testimonio, el relato complicaría a Bazán.
Declaró Villalba: contó cómo encontró el celular de Anahí
