Fue presentado el viernes pasado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la Cámara de Diputados y extensamente defendido el martes en la comisión de Presupuesto y Hacienda. Lo cierto es que el proyecto de cálculo de recursos de 2018 fue blanco de algunos cuestionamientos y críticas por parte de la oposición.
Los ejes sobre los cuales pusieron la lupa son: los niveles de endeudamiento, el déficit primario y el recorte de subsidios a servicios, que podría implicar nuevos ajustes. “Lo que nosotros vemos cuando leemos el presupuesto es que hay un endeudamiento que no pueden bajar. Sumado a que no van a contar con ingresos con los que sí contaron en 2017, como los del blanqueo. Esto lo que confirma es que va a aumentar el déficit porque de algún lado va a sangrar”, advierte a Info Región la diputada nacional del Frente Renovador Carla Pitiot.
Es que la iniciativa de Presupuesto 2018 plantea como meta bajar el déficit al 3,2 por ciento del PBI. Pero desde bloques como el massismo y otros sectores de la oposición sostienen que eso no será posible “cuando se sumen los intereses de la deuda”. En ese contexto, consideran “inútil” el ahorro en subsidios, con el consecuente aumento de las tarifas.
“Los intereses de la deuda y el déficit primario que hay dan cuenta que ellos hicieron una avaluación sin advertir que no van a contar con ingresos. Por otro lado, va a haber recortes sin sentido porque se van a bajar los subsidios que producirán naturalmente que rubros como la luz, el gas y el transporte empiecen a subir”, cuestionó la legisladora y también dirigente sindical.
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De acuerdo a las previsiones del Ejecutivo, el endeudamiento “es sostenible” y comenzaría a descender recién a partir de 2021. Según se precisa en el PDF publicado por el Gobierno, el ratio de la deuda pública neta con el sector privado y organismos internacionales pasará del 28,5% al 31,1% del PBI en un año. Alcanzará su techo en 2020, cuando será del 37,3% del PBI con intereses del 2,06 por ciento.
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“Cuando planteas un endeudamiento en dólares pasa esto. El dólar lo tienen planchado pero hay perspectivas de que crezca. Esta proyección del 31 por ciento empieza a pesar porque muestra cómo te endeudaste. Además ¿cómo vas a bajar el endeudamiento si no estás planteando un esquema productivo de la economía?”, cuestionó. Y criticó que “el perfil es netamente especulativo y no productivo”.
Respecto del gasto social, el Presupuesto anuncia un aumento del 73 al 76 por ciento en la inversión a programas sociales, como por ejemplo la Asignación Universal por Hijo (AUH). Lo cierto es que, según el Frente Renovador, la suba contemplada “responde a la movilidad establecida por ley”.
“Es cierto que aumentan las prestaciones sociales, pero es por las propias leyes de movilidad, no por un incentivo voluntario que tiene que ver con una preocupación del Gobierno”, indicó.
Respecto de la meta inflacionaria, se corrigió la pautada para este año por el Banco Central (de 17 por ciento) y se estableció en 24,5%. Aunque para el año que viene, el Presupuesto vuelve a ser optimista y la ubica en 15,7%.
En ese marco, Pitiot mostró su preocupación respecto del tema salarial. “Desde lo gremial me preocupa que prevén un aumento de los salarios pero con relación al aumento inflacionario. Entonces vamos a volver a vivir lo que vivimos este año, donde se va a poner un tope a las paritarias. Y nosotros entendemos que tiene que haber una racionalidad en el aumento salarial porque viene atrasado”, cuestionó y aseguró que desde la CGT “va a haber un planteo sindical fuerte para que esto se estabilice”.
“Ellos están sincerando o blanqueando una economía en la que hay grandes problemas, sobre todo desde lo social y lo salarial”, fustigó.
En otro orden, también criticó que “la política de género tampoco está contemplada”. “Impulsan la creación del Instituto nacional de la mujer, subiéndole rango al consejo nacional a secretaría, pero la realidad es que en el presupuesto el Instituto no figura”, aseguró y pidió que las cuestiones vinculadas a perspectiva de género no figuren dentro de la coordinación de políticas sociales sino que se desagregue.
Cintia Vespasiani