La ex presidenta y candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, expresó su más enérgico rechazo a las “listas negras” de Mauricio Macri, y advirtió que “se cruzaron todos los límites democráticos”, aludiendo a la citación a indagatoria por presunto encubrimiento de la causa AMIA.
La ex mandataria fue citada, para el 26 de octubre, por el juez federal Claudio Bonadio, quien además dispuso la indagatoria de otros 14 imputados, entre los que se destacan el ex canciller Héctor Timerman y el ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini. A todos les prohibió salir del país.
“Se cruzaron todos los límites democráticos. Junto con otra 13 personas, el juez Bonadio nos llama a indagatoria en pleno proceso electoral sobre un hecho que no es judiciable y lo que es peor aún es que él tuvo participación, como juez, por encubrimiento de este hecho”, señaló Cristina en la conferencia de prensa brindada en el Instituto Patria.
Advirtió que “el texto vulnera todas las garantías constitucionales”, y dejó en claro que “es inaceptable el cronograma judicial en paralelo con el cronograma electoral”, algún “nunca antes visto”. “Hacemos responsable al juez Bonadio, el juez más desprestigiado de la Argentina, de actuar como correa de transmisión de la obsesiones del Presidente contra la oposición y mi persona. Hacemos responsable al presidente Macri de persecución política, de hacer un uso partidario y obsceno del Poder Judicial, que actúa casi como un grupo de tareas del político, lo hacemos responsable de precarizar la democracia y la economía”, expresó.
Denunció que “se está sometiendo a la democracia argentina a un estado de shock”, acusó a Macri de “judicializar la vida política” y “pretender intimidar” a los dirigentes y votantes de Unidad Ciudadana. “Hacemos responsable a Macri de jugar sucio porque esto es vulnerar los derechos de millones de personas. Nunca se vieron situaciones así en democracia”, advirtió. Mostró un video al respecto (al final de la nota).
Listas negras. Hace algunos días, el matutino porteño Clarín publicaba un artículo en el que menciona una lista de 562 personas, aunque aclara que es un número estimado, de personas que le molestan al Presidente. También habla de una “chiste (oscuro)” sobre enviarlos a la Luna en un cohete. Cristina renovó hoy su rechazo a la existencia de estas listas y comparó la situación con las desapariciones durante los años de plomo, pero también durante gobiernos democráticos.
“El reconocimiento de listas negras es inédito del 83 a la fecha. Él (por Macri) interpreta que si esas personas fueran mandadas en cohete a la Luna se acabarían los problemas. Debo encabezar esa lista, tengo la certeza absoluta”, alertó, pero también aclaró las intenciones de estos dichos. “En la Luna no hay vida y no me resta más que pensar que se trata de un eufemismo de que tendríamos que desaparecer para que la Argentina no tenga problemas”, completó.
En ese sentido, apuntó: “Me remite a épocas de otros gobiernos democráticos, donde había listas y gente que se tuvo que ir del país, porque quienes aparecían en la lista tenían serias posibilidadades de desaparecer o de que pasara algo muy feo en su vida”.
Advirtió, entonces, que le gustaría “conocer la lista de los que blanquearon por decreto presidencial, violando la Ley de Capitales sancionada por el Congreso que prohibía eso”, o la lista del supermercado, o de los despedidos.
Deterioro de garantías. Cristina también dio cuenta de un “deterioro de las garantías electorales”, “de las libertades públicas porque hay personas que son detenidas por escribir un twit o por estar cerca de una movilización y por besarse en las estaciones de trenes”. Explicó que “hay un creciente temor” que se siente en las calles.
También alertó sobre “el deterioro de las garantías jurídicas” y puso como ejemplo el caso de la líder de Tupac Amarú, Milagro Salada. “Es una presa política en Argentina y hay organismos internacionales reclamando por ella”, sostuvo, y explicó que la respuesta oficial es “silencio”.
Señaló, asimismo, que hay un “deterioro de la intimidad y cuidado de los datos personales, simbolizada con un DNU firmada por el Presidente, donde se remite toda la Big Data de los argentinos”. “Hay una concentración en el Estado de la impunidad y los datos personales”, apuntó, y consideró que es “propio de regímenes” que no tienen que ver con la democracia.
Explicó que hay también un “ataque sistemático a las organizaciones sindicales” y “buscan la estigmatización”. Puso como ejemplo la intervención del gremio Canillitas, al tiempo que precisó que el objetivo es “sentar precedente”.
“Es insoslayable también señalar el deterioro de la seguridad ciudadana, simbolizada en el caso de Santiago Maldonado. Un joven tatuador que desapareció luego de un operativo ordenado por un juez y llevado a cabo por la Gendarmería”, expresó a renglón seguido. Consideró, en este marco, que “lo más grave es la reacción del Estado” porque “la violación de derechos por parte de una fuerza se torna aún más grave cuando el Estado, y sus figuras paradigmáticas, en lugar de colocarse del lado de la familia y del ciudadano desaparecido, justifica y oculta y se lanza una feroz campaña para denostar al desaparecido”, sentenció.
El video sobre Bonadío