Declaró el padre de Meli: "Sosa se propasaba con las mujeres”


Esta mañana comenzó el juicio contra Oscar Sosa, único acusado por el homicidio de Melisa Tuffner, ocurrido en julio de 2015 en Glew. En la primera ronda de declaraciones, el testimonio más resonante fue el de Marcelo Tuffner, padre de la víctima. “Sosa siempre fue una persona rara y mis hijas le tenían miedo”, contó a los jueces.

En la primera jornada de audiencias, Tuffner recordó que el imputado “era un vecino de la zona” y fue tajante: “Era desagradable para las mujeres del barrio”.

“Sosa solía hacer comentarios místicos. Siempre fue una persona rara y mis hijas le tenían miedo”, afirmó. Por otro lado, evocó que tiempo después del crimen de su hija, los vecinos del barrio se enteraron de otros abusos cometidos por él contra sus familiares.

En su relato, señaló que solía tener “piropos excesivos” para con las mujeres y hasta episodios de acoso y “propensiones excesivas”. “Solía propasarse con las mujeres y hasta Meli se daba cuenta de que era una persona rara”, lamentó.

También declararon un vecino que encontró a la victima tendida en el suelo después de recibir la cruel golpiza y un bombero voluntario de Glew que se encargó de asistirla para “que llegue con vida” a la UPA de Lochgchamps. Ambos dieron cuenta de la gravedad de las heridas que sufrió la joven y el estado crítico con el que la encontraron.

Una amiga de la familia Tuffner, en tanto, aseguró que la hermana del acusado le contó que Sosa le confesó que "se había mandado una macana".

Familiares complicaron a Sosa. Otra testigo que declaró hoy fue Karina Reynoso, prima del acusado, quien sostuvo que Sosa intentó abusar de su hija. "Le tapó la boca y le dijo que si hablaba iba a matar a sus padres", aseveró.

Por su parte, Claudia Benítez, la ex mujer de Sosa y con quien tiene dos hijos, recordó que tras separarse de él lo denunció y obtuvo una restricción por violencia de género. "Hubo empujones y violencia verbal porque era muy celoso", indicó.

Expectativas. Previo al juicio, los familiares de “Meli” comentaron a Info Región que “lo más importante es que quede preso (Sosa) para que no lastime a nadie más”. Su hermana Daniela, junto a su madre Eve Cuenca, hicieron hincapié en que el imputado “es un persona peligrosa”.

Ambas remarcaron la necesidad de que el acusado sea condenado para que se haga “Justicia por Meli” y para que “no lastime más a nadie”. “Si sale a la calle puede lastimar a alguien más, la gente así no cambia”, expresó su mamá.

El caso. El domingo 19 de julio de 2015 Melisa fue encontrada golpeada e inconsciente. Había salido de su casa alrededor de las 18.40 y tenía previsto asistir al partido que Temperley disputó con Independiente en el Alfredo Beranger.

Alrededor de las 20.30, autoridades policiales le avisaron a la familia de la joven que había sido hallada “a dos cuadras” de un centro cultural “tirada, golpeada e inconsciente”, y estaba internada en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps.

Fue trasladada al día siguiente al Hospital Sirio Libanés, de Villa Devoto, donde falleció -el 22 de julio- por una hemorragia interna, después de haber estado internada con muerte cerebral.

Según determinó la autopsia, tenía heridas de arma blanca craneoencefálicas que le causaron muerte cerebral. Lo determinaron peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Sosa fue detenido en septiembre del año pasado imputado por el homicidio. Para su detención fueron claves las cámaras de seguridad de la zona. Era allegado a Melisa e inclusive, en los días previos a ser detenido, se acercó a la familia para darle el pésame.

LGO y FMS de la Redacción de Info Región.