Congreso blindado y tensión en la previa de la sesión especial


Al contexto de convulsión que suele vivirse cada fin de año en el país se le suma una cuota que caldea aún más los ánimos: el tratamiento, este jueves, del proyecto de Reforma previsional que impulsa el Ejecutivo. En el caso, ya casi confirmado, de conseguir quórum y de contar con el voto de la mitad más uno de los presentes, la iniciativa se transformará en ley ya que llega al recinto con media sanción del Senado.

A la venia de la Cámara alta se suma el dictamen de comisión de Diputados conseguido el martes, en el marco de un plenario que dejó escenas de agresión, gritos y empujones entre los presentes.

A instancias de que comience la sesión, el Congreso se encuentra vallado para evitar incidentes. Camionetas, carros hidrantes y más de 600 efectivos de la Gendarmería y la Policía Federal se encuentran resguardando el edificio sede del Poder Legislativo.

Es luego de que ayer, en el marco de un abrazo simbólico contra la reforma previsional, diputados como Victoria Donda y Leonardo Grosso recibieran agresiones en su intento de acercarse al Parlamento.





"La fuerza de seguridad no nos dejó pasar al Congreso a hacer un abrazo simbólico; cuando le quisimos explicar eso al jefe del operativo me tiraron los perros encima, me dieron patadas y voy a tener que ir al hospital por el golpe en el tobillo; me gustaría saber qué está haciendo la Ministra de Seguridad (Patricia Bullrich) en este momento", denunció Donda.

Tras haber conseguido el dictamen de comisión correspondiente, desde Cambiemos confían en reunir cerca de 130 votos para imponerse a quienes anticiparon su rechazo al texto del Poder Ejecutivo, unos 110 diputados.

En medio, permanecen oscilantes o indefenidos unos 15 diputados, que no ven con agrado la reforma, pero que con sus abstenciones o ausencias pueden terminar jugando a favor del proyecto del Gobierno.

Paro y movilizaciones. En rechazo a la reforma, la Asociación Bancaria (AB) que lidera Sergio Palazzo realiza un paro general de 24 horas en la totalidad de las sucursales del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), sin concurrencia a los lugares de trabajo, en rechazo de "la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de liquidar los derechos jubilatorios" del personal de la entidad.

En tanto, los dos principales gremios docentes de la provincia de Buenos Aires -FEB y Suteba-realizan un paro en rechazo a la reforma previsional y en defensa del Instituto de Previsión Social (IPS) bonaerense ante la posibilidad de que el gobierno provincial modifique el régimen previsional.

A las medidas de fuerza también adhieren gremios como MET, UPCN, ATE, Cicop, AJB y sindicatos municipales.