El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue llevado en andas por una multitud, que se acercó a respaldarlo, a horas de su detención. Encabezó un acto en la puerta del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo, y avisó que dejó de ser un hombre para convertirse en una “idea”.
El juez de la corte suprema de Brasil Edson Fachin rechazó este sábado un recurso de último momento, que denunciaba al juez Sérgio Moro, de saltearse supuestamente pasos procesales para ordenar la detención del ex presidente, condenado a una pena de 12 años y un mes de prisión por “corrupción”.
Miles de personas se agolparon frente al sindicato de metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, Gran San Pablo. "La muerte de un combatiente no para la revolución", sentenció, al tiempo que llamó al pueblo a seguir por ese camino. "No pueden parar nuestros sueños. Cuantos más días preso esté, más Lulas van a nacer", señaló, y la gente no tardó en responder: “Yo soy Lula”, gritaban todos.
En ese marco, aclaró: “No sirve de nada tratar de detenerme. No voy a parar porque no soy humano, soy una idea”. "Yo soñé que era posible gobernar incluyendo a millones de pobres. Que un metalúrgico sin título llevara a los negros a la universidad. Yo soñé. Si ese es mi crimen, seguiré siendo un criminal", aseguró.
“Ellos lo quieren y yo voy a tomar su orden. Y quiero hacer una transferencia de responsabilidad aquí: ellos piensan que su problema es sólo Lula. Van a descubrir que el problema son todos ustedes. Mis ideas ya están flotando en el aire y no tienen manera de arrestarlos”, arengó a la multitud, y advirtió que “el poderoso puede matar una, dos o cien, pero nunca detendrá la llegada de la primavera”.
“Soy una idea”, dijo Lula ante una multitud antes de entregarse
