Testigos declararon contra el ex policía acusado por el crimen


Bajo la modalidad de juicio por jurado, avanza en los Tribunales de Lomas de Zamora el proceso contra el ex policía Sergio Gómez, quien está acusado del asesinato de Yanela Yoryevich, en un caso que la familia advierte fue de “gatillo fácil”.

El hecho ocurrió el 11 de abril de 2014, cuando dos jóvenes estaban cargando gas en la estación de servicio ubicada en la avenida Eva Perón y Cabred, en Temperley. Allí, se encontraron con dos amigas entre las que estaba Yoryevich.

Cuando dejaban la estación de servicio, fueron interceptados por un Peugeot 307 cuyo conductor, el policía Sergio Gómez, les apuntó con un arma y gritó: “bájense porque los mato”.

Al creer que eran víctimas de un intento de robo ya que aseguran que el efectivo no se identificó, decidieron escapar y fueron perseguidos por Gómez, quien, según el relato de los jóvenes, comenzó a dispararles en la persecución. Yanela gritó “me dieron” por la que el conductor del auto se detuvo en Conscripto Bernardi y Chayter, en José Mármol. La joven falleció el 24 de abril de ese año.

Según la versión del imputado, habría sido interceptado minutos antes por un joven a bordo de un auto que lo amenazó con un arma con fines de robo por lo que efectuó un disparo de manera intimidatoria y emprendió la persecución al vehículo en el que viajaban tres jóvenes más, entre ellos la víctima.

Durante la primera audiencia del juicio, que se desarrolló el martes, Gómez, quien se encuentra detenido, insistió en su inocencia.

Testimonios. Sin embargo, los testigos que declararon ayer desmintieron la versión del ex policía. “Escuchamos la detonación de tres disparos cuando vimos que llegó el auto con la joven herida. Primero pensamos que se trataba de un robo, pero después vimos que atrás llegó otro auto y el que conducía tenía la camisa azul de la policía”, contó Juan Carlos Stankovich, una de los que declaró esta mañana.

Según el testigo, el acusado le habría disparado a los jóvenes y se fue del lugar sin identificarse. “Cuando le dijimos que eran chicos del barrio, bajó el arma y dijo que vayamos a la comisaría de Temperley. Luego se fue del lugar”, aseguró.

Por su parte, Carlos Alberto Yoryevich, otro de los testigos, manifestó: “Lila (como la familia llamaba a la joven), era una nena inocente, sin maldad, no tenía que terminar así”.

LGO de la Redacción de Info Región.