Supo ser símbolo de recuperación pero nunca salió de la crisis


En abril de 2016, el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal anunciaban con bombos y platillos que los 1300 trabajadores que habían quedado en la calle tras el quiebre de Cresta Roja habían sido reincorporados. “Cresta Roja se convirtió en el símbolo de que sí se puede salir adelante”, había expresado Vidal en ese momento.

Luego de la continuidad de los problemas en la empresa, que generaron que los trabajadores comiencen a movilizarse por falta del pago de salarios y la incertidumbre sobre la continuidad de la empresa, la jueza Pérez Casado decretó la quiebra de la avícola en diciembre de 2015, algunos días después de la asunción del nuevo presidente.

“Con el cambio de Gobierno todo siguió igual, fue más de lo mismo. Vinieron a ponerse una bandera de reactivación que nunca fue, ya que de por sí tenemos 600 compañeros que quedaron en el camino y después de la quiebra de Rasic no se cumplió con el objetivo que vino a anunciar el Gobierno”, expresó en diálogo con Info Región el delegado de la planta 2 Matías Baffini.

Sin embargo, algunos meses después, recrudeció el conflicto y 51 trabajadores más fueron despedidos, lo que desencadenó una serie de movilizaciones y cortes en autopistas por parte de los operarios. El Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria por 15 días. La empresa reabrió sus puertas, volvió a operar, pero cuando finalizó la conciliación, los despedidos no fueron reincorporados.

Desde ese momento a la fecha, quienes trabajan en la avícola de Esteban Echeverría viven sus días con incertidumbre porque no saben qué les deparará el futuro. “Estamos agotados pero con fuerzas para seguir peleando por nuestros puestos de trabajo”, resaltó Baffini. “Hace dos años que la situación no se normaliza y seguimos cada vez peor”, agregó.

Tras idas y vueltas, cambios de dueños e incertidumbre, hoy Cresta Roja está manos de Granja Tres Arroyos, y el nuevo cronograma de trabajo, según indicó Baffini, contempla cientos de despidos. “En la planta de faena hay un total de 1300 trabajadores y 470 podrían quedar sin trabajo”, explicó.

“Tratamos de salvar lo poco que nos queda de todo esto. Los empresarios están jugando con la necesidad de todos nosotros porque Tres Arroyos sigue con la misma propuesta, que quiere dejar a todavía más familias en la calle”, lamentó.

FMSM de la Redacción de Info Región.