La importancia del reciclaje cuando la tecnología marca el ritmo


La tecnología sigue avanzando y no da respiro. Tener el celular con más funciones, la tablet más liviana, el Iphone que permita navegar, descargar y hacer streaming ultra rápido es lo que la mayoría busca hoy. Pero todo aquello que en algún momento fue la tecnología más moderna termina convirtiéndose en basura electrónica. Es una problemática que crece y cada vez más rápido, y las respuestas deberían aparecer con el mismo ritmo.

“Actualmente, estamos produciendo siete kilos anuales de basura electrónica por personas”, explicó José Barrera, presidente de la cooperativa La Toma, de Avellaneda, que se dedica al reciclado de plástico, como puede ser el de una fotocopiadora o computadora. “Nos vamos haciendo más tecnológicos y sabemos que eso implica una contaminación del medio ambiente mayor”, agregó.

No abundan, pero hoy hay varios programas que permiten reciclar los aparatos que ya no usamos, aunque muchos sostienen que el reciclaje es una cuestión cultural, que debe ir incorporándose en la niñez para que se convierta en un hábito en la adultez. Barrera señaló que “muchas veces, la gente no recicla por ignorancia”, y alertó que “la mayoría de las tarjetas que tienen los productos electrónicos contamina un metro cuadrado de tierra”.

¿Qué hacer con la basura electrónica? Una computadora en desuso, una radio que no funciona hace ya cinco años, algún ventilador que tenga décadas en la familia o una estufa que ya perdió una de sus patas plásticas… Todos estos aparatos pueden ser reciclados. Una de las alternativas es enviarlos a alguna cooperativa que se dedique al reciclado. También hay campañas que impulsan los municipios; Lanús y Almirante Brown son dos de los que hoy tienen campañas de reciclado para este tipo de residuos.

En la cooperativa de Avellaneda reciben aparatos que son reciclados y reutilizados, generando incluso puestos de trabajo. Es que en esta cooperativa dictan clases y son muchos los jóvenes que aprenden algún oficio que les abre un abanico de posibilidades en cuanto a la salida laboral. Muchas veces, recomponen computadoras y equipos, que luego donan a escuelas públicas de Zona Sur. “El año pasado llegamos a 467 computadoras donadas a aulas, centros de jubilados, jardines y comedores de toda la Provincia”, destacó Barrera.

Desde el Municipio de Lanús informaron que el programa “Lanús Limpia” busca darle “una reducción a la cantidad de residuos que van a disposición final y la cual ya no tiene espacio físico”. Explicaron que los vecinos pueden llamar a un teléfono gratuito, y se combina el retiro de los residuos, que son acopiados en un depósito y luego, enviados a una empresa abalada por la Secretaría de Ambiente de Nación en la que separan el material y reciclan los componentes.

También se dedican a reciclar muebles viejos, pequeñas podas o restos de obras. ”La idea es evitar que el vecino intente sacarse de encima la basura rápidamente y la arroje en cualquier punto de la ciudad ilegalmente”, explicó Walter Ramela, subsecretario de Servicios Urbanos.

Además se formó una cooperativa de trabajadores urbanos los cuales se encargan de pasar en distintos días de la semana a recolectar residuos, que se les pueda dar algún tipo de valorización. Los vecinos tienen que asumir la responsabilidad de realizar una separación en origen de tipo domiciliario.

En tanto, la Municipalidad de Almirante Brown, a través de su Secretaría de Espacio Público y Medio Ambiente, prosigue con la campaña de recolección de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso, con el objetivo de derivarlos al operador de residuos peligrosos y así realizar un correcto descarte de los mismos que pueden ser altamente contaminantes y peligrosos para la salud. Ya se recolectaron más de 210 toneladas de chatarra electrónica.

El titular de la Secretaría de Espacio Público y Medio Ambiente local, Diego Fernández Garrido, explicó que “el planeta necesita cuidado y la mejor manera de empezar es aportando un granito de arena desde el distrito, manteniéndolo limpio e impulsando campañas de reciclado y de educación ambiental”.

Se dispusieron puntos de recepción de instrumentos eléctricos y electrónicos en desuso a lo largo y ancho de todo el distrito, principalmente en las localidades de Adrogué, Longchamps y Glew. Allí se pueden depositar todo tipo de electrodomésticos como fotocopiadoras, impresoras, faxes, notebooks, PC, monitores, teclados, mouses, celulares, teléfonos, TV, DVD, microondas, licuadoras, tóner, cartuchos de tinta, entre otros. Sin embargo, no se puede colocar pilas alcalinas o de cualquier tipo.

El reciclado… una forma de vida

“Reciclando Sonidos” impulsa la construcción de instrumentos musicales con materiales reciclados. Es una organización de Lomas de Zamora conformada por varios jóvenes que se dedican a enseñar a los más chicos cómo armar sus propios instrumentos. Nace de una rama del taller de lutheria convencional y aspira a seguir creciendo y expandiendo conocimientos en la Región.

También en Lomas de Zamora funciona la organización “Voluntarios recicladores”, cuyos miembros luchan a diario por reciclar aquellos elementos que para la mayoría de la gente son desechos o cosas inservibles. Con los elementos reciclados, la asociación brinda talleres de arte para los chicos. Entre los que destacan los de folklore, danza, pintura y música. También ofrecen, por intermedio del Ministerio de Desarrollo de la Nación, talleres de oficio, como reparación de electrodomésticos.