El amigo del creador del Día del Amigo


“Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacia el universo. ¡Ya está, es el día elegido!, dije. Hoy se celebra en unos cien países y está en la agenda del corazón de los argentinos”, reflexionaba aún en vida el doctor Enrique Ernesto Febbraro, el vecino de Lomas de Zamora que instauró el Día del Amigo en Argentina.

Antes de que el Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su consultorio (era odontólogo) de Lomas de Zamora, donde vivía entonces, envió mil cartas con la propuesta a cien países, de los cuales recibió 700 respuestas. Había fundado una fecha que al día de hoy sigue siendo motivo de festejo.

A 44 años de ese hecho, Info Región tuvo la oportunidad de hablar con Héctor Edgardo Mutti, amigo entrañable del propio Febbraro, a quien conoció en la Facultad de Buenos Aires y en el ejercicio profesional (también es odontólogo) en Lomas de Zamora.

“Cuando él quiso instituir el día internacional del amigo decía que si todo tenía su día por qué el amigo no tenía el propio. ‘¿Qué te parece esto?’ me preguntaba”, le relata a este medio Mutti, que transcurre su novena década de vida.

“Eligió ese día no por el alunizaje en particular sino porque todo el mundo estaba unido, pendiente del mismo hecho. Estábamos todos como tomados de la mano mientras mirábamos la televisión, todos pendientes de este hecho, hasta los delincuentes, de hecho fue cuando se midió el menor índice de delincuencia en el mundo”, cuenta y elogia la iniciativa de su amigo: “Ya existía un día para todas las profesiones, ¿por qué no se podía rendir culto a la amistad?”.

Y en este día lo homenajea con su recuerdo y describe a Febbraro como “un hombre extremadamente bueno y generoso que dedicó su vida a innumerables obras solidarias, en una acción permanente y anónima porque jamás busco fama ni honores”.

“Fue un tipo extraordinario, muy querido, que fue nominado dos veces para el premio Nobel de la Paz y que invirtió todo su tiempo y dinero en esto, gastando toda su fortuna en afiches, cartas, tarjetas y boletos ya que él se comunicó con más de 200 ciudades de todo el mundo”, cuenta Mutti.