En un fallo dado a conocer en diciembre, la Justicia absolvió a Enrique Eloy Coito Piriz y redujo la pena de Isabel Machado Vargas, ambos habían sido condenados por el homicidio de Santiago Miralles, el nene de 8 años de Canning que desapareció el 13 de julio de 2005 y fue encontrado muerto en el pozo ciego de la casa vecina tres días después. La familia sigue con la esperanza de revertir esta situación y espera que Casación responda el pedido para elevar ese fallo a la Suprema Corte de Justicia.
La indignación de la familia Miralles es mucha; es que los condenados Enrique Eloy Coito Piriz e Isabel Machado Vargas están en libertad. Y a ellos, sólo les queda esperar…
Silvia Morales, mamá del chiquito, explicó que la “única posibilidad” de la querella –por el momento- será “esperar” a una respuesta de la Cámara de Casación de Lomas de Zamora ante el recurso presentado para evaluar el fallo ante la Corte Suprema. Sin embargo, la familia mantiene sus expectativas bajas debido a que los entonces condenados “continúan libres como si nada hubiera pasado”.
“Esperamos que nos den las respuestas, cosa que lamentablemente todavía no pasó”, indicó la madre de Santiaguito en diálogo con Info Región. “Nosotros solo pedimos que se evalúe el fallo de Casación porque esa condena fue la que permitió dejar en libertad a dos personas que estuvieron involucradas en el crimen”, completó.
El dolor por la pérdida de su hijo no cesa, pero la familia sabe que deben tener paciencia. “Es muy probable que la espera tenga que ser prolongada”, explicó Morales, al tiempo que reiteró sus críticas a la Justicia. “Esto es un desastre, nosotros como familia nos sentimos totalmente desprotegidos y sentimos que nadie piensa en los derechos de las víctimas”, lamentó Silvia.
“Santiago no tuvo la posibilidad de defenderse, la inocencia se fue cuando fue atacado por esas bestias que ahora están libres, es algo muy indignante para nosotros”, aseguró la mujer que desde hace ocho años no puede celebrar el cumpleaños de Santiago.
A pesar de todo, la familia se mantiene firma en el reclamo de justicia.
Santiago Miralles desapareció el 13 de julio de 2005 y tres días después, su cuerpo fue hallado en el interior de un pozo ciego de la casa vecina. La autopsia al cuerpo del nene determinó que murió como consecuencia de un traumatismo de cráneo y asfixia por inmersión; es decir, recibió al menos dos golpes en la cabeza provocados por una maza u otro objeto similar y una vez inconsciente, pero aún con vida, lo introdujeron en la cámara séptica con un soga atada en la cintura a la que anudaron una caja con cerámicas.
La familia de Santiago Miralles espera la respuesta de Casación
