Con incidentes, el clásico finalizó en empate


El clásico terminó empatado. Los Andes y Temperley no se sacaron ventajas y ambos debieron conformarse con la igualdad, ya que el encuentro finalizó 1-1. La edición número 93 de este encuentro especial terminó con incidentes entre los jugadores, a la vez que se registraron cruces entre el público local y la poca gente del Celeste.

Ante un marco espectacular (el inicio del encuentro se retrasó 10 minutos por la cantidad de personas que estaban ingresando al Eduardo Gallardón), ambos equipos realizaron un entretenido partido, pese a que no hubo un ganador. Fernando Brandán convirtió para los dirigidos por Aníbal Biggeri, mientras que Alejandro Noriega hizo lo propio para los conducidos por Felipe De La Riva.

Temperley fue el que arrancó mejor. Con Brandán en gran nivel y Emiliano Gianunzio manejando los tiempos de su equipo a la perfección, la visita comenzó a generar peligro en el área rival. A los 13 llegó la primera aproximación: buena jugada colectiva, que finalizó con un fuerte disparo de Carlos Herrera de larga distancia, que tapó Maximiliano Gagliardo.

Del otro lado, las imprecisiones y el nerviosismo jugaron un papel principal en Los Andes durante gran parte del primer tiempo. Los delanteros de Temperley, Luis López y Herrera, presionaron muy bien la salida del equipo, lo que hizo que muchas veces cometieran errores que podrían haber pagado caro.

El primer grito de la cálida noche de ayer llegó a los 18 minutos. El Milrayitas perdió la pelota en la mitad de la cancha, el Celeste lanzó el contraataque y el Animal López aguantó el balón en la puerta del área, habilitó muy bien a Brandán, quien sacó un violento remate al palo del arquero local, que poco pudo hacer. La redonda se estrelló con la red para poner el 1-0 a favor de la visita.

Lejos de reaccionar rápidamente, Los Andes continuó disperso y le costó llevar peligro al arco custodiado por Federico Crivelli. La primera del Milrayitas fue a los 30 con un buen cabezazo de Noriega que salió apenas pegado al palo.

Temperley siguió generando peligro al arco de Gagliardo. A los 38, el enganche ejecutó un tiro libre que cabeceó Cristian Quiñonez y la pelota se fue por encima del travesaño. Al minuto, Daniel Franco dejó corto un rechazo que capturó López, quien se acomodó y sacó un fuerte remate que el ex Almagro llegó a tapar.

A los 41, Los Andes volvió a inquietar el arco del Celeste con otro cabezazo de Noriega que Crivelli atrapó sin mayores problemas. Sobre el final del primer tiempo, Herrera superó por izquierda a Mariano Barale, abrió el balón para Gianunzio, quien frotó la lámpara y metió un estupendo e inteligente pase entre líneas para Brandán, que sacó un violento remate que pegó en el costado derecho del arco.

En el segundo tiempo la historia cambió. El público de Los Andes despidió al equipo reclamando por el ingreso de Oswaldo Blanco. El entrenador escuchó y en el complemento el colombiano entró en lugar de Luis Zeballos.

No obstante, Temperley a los 2 minutos puso en aprietos al local. Gagliardo quiso salir por abajo, pero su pase fue corto e interceptado por López, quien no se animó a definir de una y cruzó el remate para Herrera, pero el arquero se reivindicó y se quedó con ese balón.

Los Andes comenzó, con el correr de los minutos, a crecer en el campo de juego y a poner en peligro el arco defendido por Crivelli. Tal es así que a los 23 minutos obtuvo el premio mayor: centro desde la derecha de Ricardo Vera para que Noriega hiciera una tremenda tijera que el arquero llegó a tocar pero no pudo evitar que la pelota cruce la línea de gol y el partido se pusiera 1-1.

Luego del tanto del Milrayitas, el duelo se armó y ambos equipos propusieron un juego de ida y vuelta. Hubo jugadas claras para los dos: la primera, a los 26, con un gran contraataque del local, que finalizó en un centro de Barale e interceptó con lo justo Gastón Aguirre, cuando Blanco se preparaba para marcar el segundo.

Luego hubo dos llegadas clarísimas de la visita: a los 34, Gianunzio se lo perdió por muy poquito, mientras que tres minutos después Gagliardo le tapó un mano a mano a Matías Jara, quien había queda totalmente solo con el arquero, luego de un buen desborde por izquierda de López. Asimismo, Gastón Corado a los 44 también tuvo el gol en sus pies, pero el remate salió apenas por el costado del palo derecho.

Cuando parecía que el encuentro iba a llegar a su fin sin mayores inconvenientes, una dura falta de Quiñónez (que se fue expulsado) sobre Blanco desató una escena por demás reprochable. Todos los jugadores que estaban en cancha se trenzaron, a la vez que los bancos de suplentes (incluido los técnicos) se metieron en el tumulto. Luego de diez minutos de empujones, el árbitro del encuentro, Nicolás Lamolina permitió una jugada más sin trascendencia antes del pitazo final.

Con este empate, Los Andes alcanzó las 20 unidades y quedó en lo más alto de la tabla de posiciones, junto con Platense y Defensores de Belgrano, pero con dos encuentros menos. Además, es el único invicto del torneo. Por su parte, Temperley (también con dos pendientes) llegó a los 19 puntos y es uno de los dos escoltas que tiene el torneo (el otro es Deportivo Merlo).

Párrafo aparte merece lo que ocurrió en las tribunas. Por un lado, impresionante y fantástico fue el recibimiento de la gente del local para su equipo, que copó todo el Gallardón. Por el otro, las agresiones que sufieron las aproximadamente 80 personas de Temperley (en la que había mujeres y niños) por parte de cierto grupo de plateístas. Asimismo, algunos periodistas de programas partidarios del Gasolero sufrieron maltratos (ver Por seguridad, Temperley se fue sin hablar).

Por Santiago Coni y Mauro Mariani.