Una vez más, hubo violentas manifestaciones y saqueos en San Pablo


La muerte de un joven producto de un disparo policial, aparentemente accidental, desató esta madrugada en San Pablo violentas manifestaciones contra las fuerzas de seguridad, con saqueos e incendios de vehículos, informaron medios de comunicación locales.

El hecho reavivó el fantasma de protestas pasadas y la posibilidad de que algunos sectores aprovechen la próxima Copa Mundial para nuevas manifestaciones, una chance que el gobierno salió hoy a descartar.

El ministro de Deportes, Aldo Rebelo, dijo que no cree que haya protestas durante el máximo torneo de fútbol, como las que ocurrieron en la Copa Confederaciones de junio pasado, cuando el movimiento Passe Livre marchó contra el alza de las tarifas del transporte público.

El tema volvió al debate después de que un agente disparó un tiro en el pecho de un adolescente de 17 años ayer por la tarde, presumiblemente sin intención, y la indignación de los vecinos de Villa Medeiros, una barriada pobre de la zona norte de San Pablo, generara nuevas protestas.

"Fue un crimen, no fue un accidente. Quiero que el gobernador (Geraldo) Alckmin haga algo", declaró la madre de la víctima en medio de los disturbios que se prolongaron hasta la madrugada de hoy.

En medio de las protestas fueron incendiados tres ómnibus y hubo ataques a dos sucursales bancarias y saqueos a comercios, consignaron las agencias ANSA y EFE.

El joven fue atendido y llevado al Hospital Jaçana, donde murió, por lo que el Policía Militar fue acusado de "flagrante delito por homicidio culposo".

Por otro lado, hoy continuaban detenidos 11 manifestantes que el viernes participaron en un acto en el centro paulista, donde fue golpeado un coronel de la Policía Militarizada.

La presidenta Dilma Rousseff repudió el ataque contra el policía mientras el gobernador paulista Alckmin observó que es necesario "perfeccionar la legislación" a través de penas más severas contra quienes hostilicen a las fuerzas de seguridad.

En tanto, el ministro Rebelo dio una conferencia de prensa en la que minimizó la chance de más manifestaciones. Rebelo fue preguntado por un posible atentado del Primer Comando de la Capital (PCC), el mayor grupo del crimen organizado del país y que controla el 90 por ciento de las cárceles del estado de San Pablo, quien prometió una "copa del terror" si sus cabecillas presos eran trasladados de centro penitenciario.

"El sistema de seguridad debe considerar todas las posibles amenazas y riesgos, nuestras fuerzas serán entrenadas y estarán preparadas", subrayó el ministro.