Francisco: "La Iglesia es un hospital de campaña y hay que curar muchas heridas"


El Papa Francisco dijo hoy que "los curas asépticos no ayudan a la Iglesia" y reiteró que se puede pensar a la Iglesia actual como un "hospital de campaña", ya que "es preciso curar muchas heridas", causadas incluso por los "escándalos" dentro de la institución.

Así se expresó el papa Jorge Bergoglio en un encuentro que mantuvo esta mañana en el aula Paulo VI del Vaticano con el clero de la diócesis de Roma, en una tradicional cita al comienzo de la cuaresma, los 40 días de preparación a la Pascua.

Según Francisco, el sacerdote está llamado a "tener un corazón que se conmueve" ya que "los curas asépticos no ayudan a la Iglesia" y volvió a usar la imagen de la iglesia como "hospital de campaña".

"Misericordia significa antes que nada curar las heridas. Cuando uno está herido necesita esto de inmediato, no los análisis. Luego se darán los cuidados especiales, pero primero se deben curar las heridas abiertas", dijo el Papa.

En ese marco, expresó que "hay tanta gente herida, por los problemas materiales, por los escándalos, también en la Iglesia... Gente herida por las ilusiones del mundo. Nosotros curas debemos estar allí, cerca de esta gente".

Tras ser recibido entre aplausos por los sacerdotes presentes, el papa les recomendó "misericordia: ni indulgencia ni rigidez" en el sacramento de la confesión y añadió que "ni el laxismo ni el rigorismo hacen crecer la santidad".

Para Francisco, "el sacerdote realmente misericordioso se comporta como el Buen Samaritano" y preguntó: "¿Cuál es el lugar donde Jesús estaba más a menudo, donde se lo podía encontrar con mayor facilidad? En las calles. Podía parecer un sin techo, porque estaba siempre en la calle".

En un tramo de su mensaje, Francisco reveló que lleva siempre consigo, sobre el corazón, la cruz que hace años en Buenos Aires sacó del rosario de un sacerdote muerto, un "gran confesor" que había confesado también a Juan Pablo II, de visita en la capital argentina.

"Siempre esa cruz está conmigo, y cuando me viene un mal pensamiento contra alguna persona, la mano me viene aquí, siempre. Y siento la gracia, que me hace bien. Qué bien hace el ejemplo de un cura misericordioso, de un cura que se acerca a las heridas", contó.