Los piquetes, centro de las críticas del oficialismo y la oposición


Dirigentes del oficialismo y desde algunos sectores de la oposición expresaron ayer su repudio al paro general convocado por las centrales obreras disidentes, principalmente por los piquetes que se realizaron en varios puntos del país.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acusó a los organizadores del paro que se desarrolló en todo el país de pretender "sitiar los grandes centros urbanos" con "un gran piquete nacional", que restringió "la libertad de las personas" que quieren trabajar.

En referencia al paro impulsado por las centrales sindicales opositoras lideradas por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, Capitanich consideró que los reclamos que se plantean "no tienen el más mínimo sentido" y "no se condicen con la realidad".

"Esa es una metodología a la vieja usanza del medioevo. En la Edad Media los señores feudales impedían el acceso a la población. No hay lugar para la barbarie ni para medidas que conspiran contra el libre ejercicio del derecho de huelga de los trabajadores", manifestó Capitanich en su habitual rueda de prensa en Casa de Gobierno.

En este marco, destacó que quien "sale muy fortalecido" de la medida de fuerza es el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo, quien -indicó- queda instalado "claramente como un líder opositor del Frente Renovador" y, a su vez, se convierte "en referente de la izquierda, que estaba buscando un nuevo liderazgo".

Por su parte, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sostuvo que la medida de fuerza "no le da a la gente la posibilidad de elegir". "Es insólito decir que este paro es a favor de la gente", señaló y afirmó que "un motorman promedio cobra 25.000 pesos, un señalero 20.000, y es mentira que no se los reciba".

"Conmigo no tienen la mejor de la relación, porque creo que si nos dejamos llevar por los intereses de los dirigentes sindicales, estamos listos. El único interés es defender a los usuarios y les molestó lo de las cámaras, los controles en los centros de recepción de motorman, les molestó el SUBE, porque pasamos a recaudar 120 millones más por mes", agregó el ministro en diálogo con radio Vorterix.

Y completó que los dirigentes que impulsaron la medida "tienen la impunidad que les dan los medios porque tienen una confrontación con el Gobierno", de lo contrario "no sería Barrionuevo un referente siendo el dirigente sindical emblema del vaciamiento de los `90".

En tanto, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, sostuvo que "el paro es un gran piquete al progreso del país" y agregó que "la Argentina tiene que movilizar todo su potencial y trabajar por su desarrollo".

En declaraciones reproducidas por la agencia digital de noticias de la gobernación, Scioli expresó que "la gente necesita más de la propuesta que de la protesta para avanzar hacia el futuro. Hoy es fundamental producir cada día más para vivir mejor".

Crítica del PRO

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, consideró que el paro general lanzado por las centrales sindicales de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo "no va contribuir en nada" y pidió decirle "basta al autoritarismo del piquete".

El referente del PRO criticó la metodología piquetera por considerarla "una amenaza para disuadir" a los que "no quieren parar" y afirmó que los grupos que realizan esas medidas son cada día más minoritarios.

Si bien aclaró que su partido "está muy de acuerdo" con los reclamos de los sectores que motorizan el paro, señaló que "Moyano y Barrionuevo saben que este paro no cambia nada".

Por su parte, el senador nacional del PRO, Diego Santilli, también manifestó su oposición a los piquetes. "Estamos en contra de todo tipo de piquetes", afirmó el dirigente macrista en una entrevista concedida a Radio América.

Santilli también se opuso a la huelga general opositora, al señalar que "más allá del reclamo, ningún paro beneficia al país". Según el legislador, "para llegar a un paro es porque no hubo diálogo, no se sentaron a conversar lo suficiente para resolver el problema".

La respuesta de Pitrola

El diputado nacional por el Frente de Izquierda Néstor Pitrola consideró que "los dirigentes sindicales que critican la metodología del piquete y los cortes de ruta están a favor del gremialismo dominguero", y señaló que "los paros generales deben incluir necesariamente la movilización de los trabajadores".

"Los dirigentes que denuncian los cortes son burócratas que defienden sus intereses. Practican el gremialismo dominguero. Esto es un paro general contra una política de ajuste, no un feriado", subrayó el legislador y dirigente del Partido Obrero.

Pitrola aseguró que las organizaciones de izquierda "pararon de forma diferenciada de las centrales sindicales que conducen Moyano y Barrionuevo". "Ellos tienen acuerdos políticos con Massa y Macri, y con los sectores que propician el endeudamiento. Nosotros nos diferenciamos porque luchamos y estamos en las calles, en las rutas y en los piquetes", concluyó.