Según Cirigliano, el tren “estaba en condiciones de frenar”


El ex presidente de la empresa TBA Claudio Cirigliano afirmó manifestó ayer que el tren de la línea Sarmiento que hace dos años chocó contra las vallas del andén dos en la terminal de Once y dejó 51 muertos "estaba en condiciones de frenar", y consideró que "algo le pasó" al maquinista "en los últimos 300 metros".

Al declarar como procesado en el juicio oral y público por el hecho registrado el 22 de febrero de 2012, el empresario del transporte cuestionó la "total falta de sentido común en todo el proceso de instrucción" de la causa, que estuvo a cargo del juez federal Claudio Bonadio.

En su indagatoria ante el Tribunal Oral Federal Dos (TOF 2), Cirigliano, también directivo de Cometrans -accionista de TBA- lamentó que el juez haya suspendido "10 horas después del accidente" la búsqueda de Lucas Menghini, la última de las víctimas fatales halladas tras el choque del tren chapa 16 en esa terminal ferroviaria.

Cirigliano sostuvo que TBA brindó apoyo a la investigación, pero que "hubo mucha gente que aprovechó el sufrimiento y el accidente para hacer campaña política y tener unos minutos de televisión".

El procesado señaló que durante el sumario penal "se hizo un gran despliegue", pero "no se investigó lo que pasó, sino cuestiones colaterales".

Cirigliano aseguró que "los frenos están concebidos para frenar. Si un tren no tiene frenos no tracciona, no puede iniciar la marcha" y se apoyó en las pericias que concluyeron sobre el buen funcionamiento de los que tenía el convoy que impactó contra el paragolpes del andén dos de la terminal Once.

"Descarto intencionalidad, bajo ningún punto de vista puedo pensar que (el motorman Marcos Córdoba) lo hizo a propósito", pero consideró que "algo le pasó en los últimos 300 metros", remarcó el indagado.

"Desconectar el sistema de hombre muerto -que es lo que habría hecho Córdoba- es como sacar el pedal del freno de un automóvil y después decir que no se pudo frenar", agregó Cirigliano.

El procesado señaló que durante los 17 años que TBA tuvo la concesión del servicio de trenes "transportó 3.000 millones de pasajeros" sin que se registrara ningún accidente de la magnitud ni las características que tuvo el del 22 de febrero de 2012.

"Niego toda la imputación que se me hace, pero quiero colaborar para el esclarecimiento de la verdad", completó Cirigliano.

Además de Claudio Cirigliano y Córdoba están sometidos a juicio los ex secretarios de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, y los ex directivos de TBA Carlo Michele Ferrari, Alberto de los Reyes, Carlos Pont Verges, Marcelo Alberto Calderón, Carlos Lluch, Alejandro Rubén Lopardo y Alberto Gariboglio.

También Mario Cirigliano y los ex interventores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Pedro Ochoa Romero y Antonio Sícaro y del subsecretario de Transporte Ferroviario Antonio Luna, entre otros.

La causa fue desdoblada y mientras Bonadio investigó las causas del choque y a sus responsables, el magistrado federal Sebastián Ramos instruye el sumario por presuntos ilícitos en el uso de los subsidios que debieron ser aplicados al mantenimiento y mejora del servicio.

A Schiavi, a Jaime y a Luna se les imputó falta de control de las condiciones de funcionamiento y utilización del material rodante, de la infraestructura, personal transferido y la aplicación de fondos públicos que el Estado nacional puso a disposición de TBA.

Las mismas imputaciones tipificadas penalmente como administración fraudulenta en perjuicio del Estado, fueron dirigidas contra Olgo Ochoa y Sícaro.

A los directivos de Cometrans S.A. y TBA se les atribuyó responsabilidad por el manejo de fondos, ya que el Estado había puesto millones de pesos a su disposición para un mejor servicio de transporte público del ferrocarril.

El juicio se realiza en los tribunales federales de Comodoro Py 2002, de la Capital Federal, y el TOF 2 es presidido por Jorge Tassara e integrado por Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu.