El Milrayitas se quedó con el clásico ante el Celeste


Lo espera el más placentero fin de semana a Los Andes después de la muy importante victoria de ayer. Es que el Milrayitas se quedó con el clásico ante Temperley, en un partido con mucho para festejar. Se impuso en el estadio de su acérrimo rival y con los tres puntos se metió en el lote de equipos que hasta acá ingresarían al Reducido por el segundo ascenso.

El conjunto de Lomas de Zamora ganó 1 a 0 y el gol de Alejandro Noriega en el segundo tiempo desató el festejo de los jugadores de Los Andes en la cancha y el de de miles de hinchas a la distancia, los que siguieron las instancias del encuentro por radio y televisión.

Con un marco colorido y ruidoso armado por la multitud de Temperley que se acercó hasta el Alfredo Beranger y un campo de juego que no estaba en buenas condiciones, el Celeste y el Milrayitas protagonizaron un encuentro de alta tensión, con más fibra que buen juego.

El Gasolero llegaba al clásico con tres triunfos consecutivos, mientras que el Milrayitas de dos encuentros sin victorias. Esos antecedentes inmediatos, que presentaban a uno con más aplomo que el otro, tuvieron su correlato en el inicio de las acciones. El partido arrancó con el dueño de casa dispuesto a instalar el juego en el campo rival, pero se encontró co el conjunto de Lomas de Zamora bien plantado. La visita aguantó muy bien los embates adversarios.

Con intenciones y rigor (a los 20 minutos ya había tres jugadores amonestados), cada uno intentaba con su libreto: Temperley con la presión sobre el terreno adversario y Los Andes agazapado para el contragolpe.

El hombre más peligroso del Gasolero en la primera mitad fue Martín Minadevino, quien estuvo muy cerca de abrir el marcador a los 26 minutos, pero, incomodado por Emmanuel Martínez, no pudo conectar el balón frente al arco, con Maximiliano Gagliardo ya vencido. Apenas dos minutos más tarde la posibilidad concreta estuvo en la cabeza de Brian Cucco, otro de los puntos altos, que perdió el gol en una posición muy favorable, tras un centro del ex Brown de Adrogué.

Desde la conducción, Leonardo Di Lorenzo se movió con criterio entre los defensores de Los Andes, que apostó sus fichas a lo que produjese Luis Bevacqua, quien supo escurrirse entre las camisetas celestes que salían a su paso. El ex Argentinos Juniors fue el más claro del Milrayitas.

Los 45 minutos iniciales tuvieron a Temperley como dominador de las acciones. Los dirigidos por Ricardo Rezza impusieron condiciones con ataques profundos y un buen aprovechamiento del ancho del campo. Pero Los Andes también tuvo ocasiones de acercarse al arco defendido por Leandro De Bórtoli.

En el inicio del complemento, el mediocampo continuó siendo un zona de rápido tránsito, donde ninguno de los dos equipos logró imponer supremacía. El juego se situaba cerca de las áreas pero tratándose más de avances que de ataques. Ninguno de los dos elencos lograba dar el toque de gracia que lo pusiera en ventaja.

Prevalecía más el empuje que elaboración como patrón común cuando a los 16 minutos Los Andes tejió una buena jugada que tuvo como eje a Fernando Lorefice, quien recuperó la pelota en su propio campo y se lanzó al ataque, se asoció con Emmanuel Martínez para que el lateral enviase un centro que dejó clavada a la defensa de Temperley y Alejandro Noriega cabeceó la globa a la red.

El gol le dio tranquilidad a Los Andes y alteró los nervios de Temperley, que no había sabido aprovechar su mejor momento en el partido y cargaba con ese peso.

Apenas superada la media hora del complemento, el partido estuvo detenido porque un grupo de hinchas se treparon al alambrado de una de las tribunas. Cuando se reanudó el juego, Temperley estuvo a tiro del empate, pero con una salida decidida, Gagliardo le quitó la pelota de la cabeza a Luis López.

La última jugada del partido tuvo como protagonista estelar nuevamente a Gagliardo. El arquero del Milrayitas, la figura del equipo dirigido por Fabián Nardozza, voló para desviar un cabezazo de Ariel Rojas con certero destino de gol cuando se jugaba el minuto 95. Así, el clásico se quedó en los guantes del número uno lomense.

Tras el encuentro, Bevacqua, de buen partido, le aseguró a Info Región que el triunfo de Los Andes fue merecido. “Es una sensación hermosa este triunfo. Esto es fútbol, pudimos convertir la canche que tuvimos y nos quedamos con el triunfo”, agregó.

Por su parte, en el vestuario perdedor, Gastón Aguirre marcó que en el primer tiempo Temperley hizo las cosas bien pero que “ellos en la única jugada que tuvieron hicieron el gol. “Esto no termina acá y hay que seguir metiéndole a lo que queda. Nuestro objetivo es el Reducido”, destacó el experimentado defensor.

Los Andes se quedó con el clásico y ahora sueña en ir por el ascenso.