Tranquilidad y armonía es lo que se percibe en los entrenamientos de Los Andes. La victoria en el Alfredo Beranger, 1-0 sobre su clásico y eterno rival Temperley, generó un clima de felicidad en el plantel que no se conforma con lo conseguido y va por un lugar en el Reducido.
En ese sentido, los dirigidos por Fabián Nardozza se preparan para lo que será el compromiso de mañana, a partir de las 15:30, con Tristán Suárez, al que recibirá en el Eduardo Gallardón con las intenciones de que los tres puntos se queden en casa.
El director técnico del conjunto lomense aún no confirmó ni dio a conocer el once que pondrá en cancha para enfrentar al Lechero. No obstante, se estima que será el equipo que viene de vencer a Temperley, aunque deberá decidir si le devolverá la titularidad a Mauro Pajón (cumplió con la fecha de suspensión por acumulación de amonestaciones).
Fernando Lorefice, la gran figura del clásico (junto con Alejandro Noriega por el gol que convirtió), reconoció su felicidad por el triunfo del viernes: “Es una sensación hermosa. La fecha anterior se nos había escapado (perdieron 2-1 con Fénix), no se había jugado un buen partido. Con Temperley nos jugábamos la última ficha. El equipo dejó todo. Capaz nos complicaron un poco con la pelota parada, pero nosotros intentamos jugar en todo momento, ser agresivos”.
Asimismo, Cristian Ortiz, otro de los jugadores que levantó mucho su nivel en el segundo tiempo y hasta se dio el gusto de tirar un hermoso caño, coincidió con el volante central: “La verdad que estoy muy contento. Tenemos un grupo bárbaro. Nos merecíamos este triunfo tanto nosotros como la gente. Y desde lo personal, lo importante es que cada vez me voy sintiendo mejor. Ojalá pueda darle grandes satisfacciones al club”.
Maximiliano Gagliardo tuvo una atajada estupenda a pocos minutos del final. El arquero le sacó un tremendo cabezazo a Ariel Rojas y, de esta manera, logró mantener el cero en su arco: “Una alegría enorme para nosotros porque con esto nos ponemos ahí del Reducido y además le ganamos a un equipo que estaba arriba”.
“Para la gente que lo vive de otra manera, que lo soñó. Sin dudas, es una alegría que le debíamos. Sabemos que es el folclore del fútbol y es una lástima que no pueda estar la gente nuestra, pero aun así estaba atrás nuestro, estaba en cada pelota que luchábamos y gracias a Dios lo pudimos lograr. La verdad que el video que vimos suma (les mostraron una cinta de motivación), todo lo que pueda aportar cosas positivas y sea de buena fe suma. Todo ayuda”, concluyó el portero, en diálogo con la prensa.
Con la alegría por el clásico, se prepara para enfrentar al Lechero
