Día del Hincha de Los Andes: Tres generaciones y una misma pasión


Una vez más, los hinchas milrayitas festejarán hoy el “Día Mundial del hincha de Los Andes” como sinónimo de reivindicación de los colores del club de Lomas de Zamora. Son casi 100 los años de historia y son muchas las generaciones que han conformado el ADN “milrayita”.

El 1 de enero de 1917 se fundó el club Los Andes aunque meses atrás la formación ya se venía gestando. En ese entonces y en la calle Gorriti, que se encontraba cortada por las vías del ferrocarril, un grupo de adolescentes jugaban “picados” de fútbol. Ese mismo grupo fue el que decidió crear la institución aunque faltaba un sello que lo identificara: el nombre. El 24 de junio de 1916 se había realizado el primer cruce a la Cordillera de Los Andes en globo, y no hubo mucho más que decir para que tras ese acontecimiento el club acaparara esa forma de llamarse.

Desde hace dos años, las fanáticos milrayitas conmemoran el 23 de mayo como el Día Mundial del Hincha de Los Andes para recordar la recuperación de la sede, ubicada en Hipólito Yrigoyen 9549, después de que estuviera concesionada por varios años.

La recuperación comenzó por iniciativa del denominado "Grupo Sede" y siguió con la Comisión Directiva. El 23 de mayo de 2012 una multitud de simpatizantes asistió a la Asamblea Extraordinaria de Socios, en la que se confirmó la ruptura del contrato con la empresa que tenía la concesión de la Sede Social.

A dos años de ese histórico día para la institución lomense, Info Región dialogó con hinchas de Los Andes para que también expliquen lo que significa ser fanático milrayitas.

“Soy hincha de Los Andes desde que llegué a Lomas de Zamora en el 50, tenía 10 años. Vivía a media cuadra del club, entonces, lo conocí apenas me instalé. Después me hice socio junto con mi hermano. Fui uno de los que estuvo cuando se hizo la tribuna grande de la cancha. En ese momento se aportó un dinero para que se hiciera esa obra. Éramos alrededor de mil socios y después con el tiempo me hicieron socio vitalicio”, señaló Nicolás Manganella, de 75 años, uno de los primeros socios de la institución.

“En Los Andes se viven buenos momentos y malos, alegrías y tristezas. Uno a veces se acuerda de momentos que dan bronca pero otros no, uno es parte del club. A veces los clubes chicos se sienten más que los grandes porque son más sufridos quizás, se sienten más y Los Andes tiene su historia. Es como se dice ‘un sentimiento”, añadió.

Otra característica de un club como Los Andes es que el “sentimiento” suele compartirse entre las distintas generaciones de una misma familia. Es así que Cristian Manganella, de 40 años e hijo de Nicolás, recordó que su fanatismo comenzó “desde chiquito” cuando comenzó a ir a la cancha porque su papá lo llevaba.

“Los Andes es de familia y es de barrio porque así me lo inculcaron de chico. Debe ser por la cercanía al estadio. Ser hincha es muy lindo, implica sufrir en las malas y disfrutar muchas veces, como el gran ascenso a Primera A”, recalcó.

En lo que al fútbol se refiere cabe destacar que el club ha rotado por las distintas categorías del fútbol argentino como Primera A, B Nacional, B Metropolitana y Primera C.

Martín De Manicor, de 17 años, ha sido uno de los jóvenes que pudo disfrutar el ascenso a primera división en el 2000. No obstante, destacó no sólo los logros futbolísticos sino también la cuestión del barrio. “Compartimos tribuna en el Gallardón con amigos de colegio, del barrio o muchos que conocí por Los Andes”, resaltó.

Y completó: “Ser hincha de Los Andes es sinónimo de sufrimiento, ya que podemos estar ganando 5 a 0 pero sabemos que puede pasar cualquier cosa. Si no se sufre, no vale. Para mí el club es todo, es el único amor que nunca me va a fallar y lo que más alegrías me genera”.

A pesar de los años y de las adversidades que puedan existir en el camino, “el amor por la camiseta” del hincha milrayita no cambia y hoy es una buena ocasión para demostrarlo.