Fiscalía y querella pidieron dos años de prisión para Messina


La querella pidió dos años de prisión y cuatro de inhabilitación especial (imposibilidad para ser parte de la Policía) para Cristian Messina, mientras que la fiscal de la causa, Viviana Suárez, exigió la misma pena pero dos años de inhabilitación absoluta (imposibilidad de ocupar cargos públicos).

Messina está acusado de “incumplimiento de deberes de funcionario público”, en el marco del asesinato de Martín Castellucci, ocurrido 2006.

Alegatos de la querella. Se expusieron las pruebas contra el policía y se lo responsabilizó de “no identificar y detener” al agresor (el patovica Lienqueo Catalán), y de “no socorrer” a Martín tras la golpiza. La querella manifestó ciertas “incongruencias e incoherencias” entre el testimonio del imputado y las cintas de video proporcionadas por la discoteca de “La Casona” de Lanús, donde ocurrió todo. Además, aseguró que minutos después de la golpiza a Martín, Messina ordenó a los jóvenes a continuar el ingreso al boliche “como si nada hubiese sucedido”.

Alegatos de la defensa. Se realizarán en la audiencia del jueves en los Tribunales de Lomas de Zamora, ubicado en Larroque y Camino Negro, Banfield. Será a las 9.30.

Condenas previas. Guillermo Guzmán, el otro policía involucrado, ya había sido condenado a dos años de prisión en suspenso durante un juicio rápido y fue separado de la fuerza. El patovica Lienqueo Catalán fue condenado en 2009 como autor material del hecho a 11 años y 9 meses de prisión. Vale destacar que ya cumplió dos partes de su pena y está en condiciones de obtener la libertad condicional. En tanto, el dueño del boliche, Atilio Amado, fue sobreseído por Tomás Bravo y Jorge Rodríguez, de la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Lomas de Zamora.

El caso. El hecho sucedió el 2 de diciembre de 2006 cuando Martín salió a bailar con sus amigos a La Casona de Lanús. Allí, el patovica Linqueo Catalán lo agredió salvajemente, y murió tras días de agonía. Guzmán y Messina no evitaron la golpiza e incluso corrieron el cuerpo de Martín para que la gente pudiera seguir ingresando al bailable, propiedad de Amado.