Santiaguito: a 9 años de la muerte, la familia espera respuestas


Nueve años pasaron del hecho que cambió sus vidas para siempre. Y el reclamo de justicia se mantiene intacto. En junio de 2013, la Cámara de Casación de Lomas absolvió de la causa al matrimonio formado por Isabel Machado Vargas y Enrique Eloy Coito Piriz, dueños de la casa donde fue encontrado el cadáver de Santiaguito, en Canning en 2005.

“Es muy difícil que la Corte revoque el fallo, pero la fe es lo último que perdemos. Pueden tardar mucho en responder. Lo que nos queda es luchar para que se haga justicia, aunque cada vez queden menos fuerzas”, señaló Walter Miralles, padre de Santiago.

La Condena. En diciembre de 2008, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó a prisión perpetua tanto a Piriz y a Vargas, por encontrarlos culpables del asesinato de Santiaguito.

El cambio. En diciembre de 2012, la Cámara de Casación de Lomas decidió cambiar la carátula de Vargas a “partícipe y responsable” del asesinato y no “culpable” como había sido sentenciada. Debido a ello, la condena de la mujer bajó considerablemente a sólo diez años.

La absolución. Ese mismo año, Casación decidió absolver a Piriz, al considerar que los ocho años de encierro fueron “suficientes”. Además, en mayo del 2013, Vargas fue liberada porque “es madre de dos hijos pequeños”.

Sentencias previas. Henry Alexandro Coito Machado, hijo de Enrique, y Abel Domínguez Farías, su padrino, fueron condenados a prisión perpetua por “secuestro extorsivo triplemente agravado por tratarse de una víctima menor de 18 años, haber participado en el hecho tres o más personas, y haberse ocasionado intencionalmente la muerte de la persona ofendida”. La sentencia fue ratificada en diciembre de 2012 por Casación.

El recuerdo de su familia. “Nos quitaron un hijo. Es algo de lo que nunca te recuperás”, señaló Walter, mientras que la madre del niño, Silvia Morales, se lamentó: “Santiago no tuvo oportunidad de nada. Fue un indefenso. Duele que los responsables estén libres. Te indigna”.

El caso. Santiago Miralles desapareció el 13 de julio de 2005 luego de salir a jugar con el hijo de Vargas y Piriz. Tres días después su cuerpo fue hallado en el interior de un pozo ciego de la casa vecina.

La autopsia reveló que murió como consecuencia de un traumatismo de cráneo y asfixiar por inmersión; recibió al menos dos golpes en la cabeza con una maza, y una vez inconsciente pero aún con vida, fue introducido en la cámara séptica con una soga atada en la cintura a la que anudaron una caja con cerámicas para que no pudiera escapar y falleciera ahogado.