Córdoba: Indemnizarán a los padres de una joven víctima de femicidio


María Belén Quiñones (19) fue asesinada por su ex esposo junto con su bebe de un año. La decisión fue tomada por la Cámara en lo Civil y Comercial de 5ta. Nominación de la ciudad de Córdoba tomó la decisión al concluir que la policía provincial "no adoptó las medidas de seguridad exigidas por los tratados internacionales para evitar hechos de violencia contra la mujer, pese a las reiteradas denuncias previas que la mujer había formalizado contra su marido”, pese a las denuncias por violencia de género realizadas por la mujer en reiteradas oportunidades.

Indemnización. A partir del fallo, el Estado provincial deberá indemnizar con $113.067 ($100.000 de ellos en concepto de daño moral) a los padres de María Belén que, junto a su bebé de un año, fue asesinada por su ex esposo, Alejandro Chávez, quien se encuentra detenido por doble homicidio.

En su voto, la camarista Claudia Zalazar sostuvo que "el Estado tiene un deber de diligencia reforzado, que lo coloca en una posición de garante ante el riego de violencia basada en el género, lo que lo obliga a examinar los factores de previsibilidad y evitabilidad de ciertos hechos".

Papel del Estado."No se trata de atribuir responsabilidad estatal frente a cualquier violación de derechos humanos cometida entre particulares. El deber del Estado de adoptar medidas de prevención y protección está condicionado, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el conocimiento de una situación de riesgo real e inmediato para un individuo o grupo de individuos determinado y por la posibilidad razonable de prevenir y evitar ese riesgo", agregó Zalazar.

El estado provincial "no ha cumplimentado esa obligación reforzada, tomando las medidas que eran necesarias ante el riego particularizado denunciado por María Belén Quiñones a los fines de prevenir y evitar el desenlace fatal".

El crimen. El hecho ocurrió el 9 de diciembre de 2000, cuando Chávez, de entonces 27 años, ahorcó a su ex mujer y asesinó de un piedrazo en la cabeza a su hijo Nahuel de un año y luego abandonó los cadáveres en un baldío de la calle Escribanos al 3700, del barrio Marqués Anexo, en el sector norte de la ciudad