La adicci贸n al juego, ludopat铆a o juego patol贸gico, como tambi茅n se le ha llamado, es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relaci贸n al juego de azar. Los especialistas aseguraron que los lud贸patas 聯tienen un patr贸n cerebral similar a los alcoh贸licos y a los drogadictos y, por ende, su tratamiento es parecido聰.
En di谩logo con Info Regi贸n, el operador terap茅utico en adicciones al juego Pablo Lanfranchi explic贸 que 聯al igual que toda adicci贸n, la ludopat铆a comienza como algo divertido y social que despu茅s no se puede controlar". "El enfermo juega, pierde dinero y la noci贸n del tiempo y el espacio聰, subray贸.
La patolog铆a del jugador compulsivo se da desde el ama de casa que antes de realizar las compras pasa por el Bingo de su barrio y deja sin comida a la familia hasta el cl谩sico empresario que deja sus escrituras y bienes en manos de prestamistas detr谩s de la "bola de la fortuna" o del naipe salvador.
聯La ludopat铆a no reconoce edad ni estrato social, cualquier persona puede caer en la adicci贸n porque el problema de fondo est谩 vinculado a lo psicol贸gico聰, explic贸 el especialista.
La inversi贸n de tiempo, energ铆a y dinero en las actividades de juego aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo m谩s dependiente del juego para enfrentar la vida diaria.
"Los bingos y las tragamonedas est谩n haciendo estragos en las mujeres porque es un lugar donde saben que no necesitan tanto dinero para apostar y nadie las va a molestar", coment贸 Lanfranchi.
Y agreg贸: "El juego empieza como algo divertido y social, pero para algunos termina mal. Aparece la culpa, la violencia, los robos, las mentiras. 驴Qu茅 lleva al juego? La soledad, la angustia, la depresi贸n, los malos v铆nculos".
La dependencia del juego es una de las enfermedades mentales menos conocidas por la sociedad. Este desconocimiento puede deberse a que los juegos de apuestas han constituido desde siempre una actividad recreativa en la mayor铆a de las sociedades.
Una gran parte de los individuos considera el juego como un vicio y no una dependencia grave que destruye tanto a quien la padece como a todo lo que lo rodea, especialmente los v铆nculos familiares.
En este sentido, juega un rol fundamental el crecimiento de los lugares de juego. Su incremento es abismal: s贸lo en la provincia de Buenos Aires ya hay 11 casinos, 46 salas de bingos, 3070 agencias oficiales de loter铆a y cinco hip贸dromos. Hay sorteos todos los d铆as.
聯La proliferaci贸n de estos lugares hace que cada vez sea m谩s dif铆cil para un enfermo recuperarse. Quien padece esta adicci贸n s贸lo se cura con terapia y con contenci贸n familiar聰, concluy贸 el especialista.
Mientras tanto, las palabras de quien padece la enfermedad y trata de recuperarse ponen de manifiesto la gravedad del caso. Es la experiencia de Juan M, de 35 a帽os, quien desde hace dos acude a un grupo de jugadores an贸nimos para tratar su patolog铆a.
"En un momento cre铆 volverme loco, ten铆a 31 a帽os y hab铆a perdido el auto, estaba a punto de casarme, ten铆a una vida que cre铆a ordenada, y todo se derrumb贸. Mi mujer se cans贸, ya no pudo acompa帽arme y perd铆 una relaci贸n y la posibilidad de formar una familia porque es muy dif铆cil que alguien est茅 al lado de una persona que padece esta enfermedad. Por suerte, tom茅 conciencia, por decirlo de alg煤n modo, y ahora estoy contenido, pero es algo muy triste", coment贸 el joven, con esperanzas de "salir definitivamente" de la ludopat铆a, "aunque es un trabajo que se hace d铆a a d铆a".