Los restos de Sandro ya descansan en Burzaco


Poco antes de las 18, los restos de Sandro fueron inhumados en el cementerio Parque Gloriam de Burzaco y ya descansa en paz, tras años de luchar contra su afección pulmonar. "Vamos ídolo", fue el grito que despidió el cortejo, mientras ingresaba al predio.

"Se nos fue un ídolo", comentó una de las "nenas", que al igual que su esposa Olga lo acompañaron hasta el final. Firmes, con rosas rojas y lágrimas, miles de personas se hicieron presentes en el cementerio de Burzaco para despedir al Gitano.

El coche que trasladó los restos del ídolo popular fue celosamente custodiado por miles de personas, que se acercaron a dejar ofrendas florales, cuando el cortejo disminuía su velocidad en el trayecto que hizo desde el Congreso de la Nación hasta Burzaco, previo paso por su casa de Banfield, donde una verdadera multitud lo espero para darle el saludo final.

Familias enteras sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, hombres y mujeres que salían de sus trabajos para esperar el paso de la caravana y ellas, sus "nenas" que tanto en la puerta de la casona de la calle Berutti como todo a los largo de Yrigoyen no cesaron de gritar y de llorar por el amor que se iba, por Sandro de América, por el "novio de todas".

"Sandro mi amor, te amo, te amo. Nunca va haber uno igual, te vamos a extrañar", lloraba Elsa (54), de la puerta de la residencia donde vivió el Gitano.

Lo cierto es que si bien en los momentos previos al arribo del cortejo la gente sólo se limitaba a aplaudir esporádicamente o a cantar fragmentos de las canciones de ídolo, llegado el momento en que la caravana por fín intentó detenerse en el frente de la casa, la presión de la mujeres, que intentaban tocar el auto, provocó que los vallados cayeran y muchas personas quedaran atrapadas en la multitud.

Un megaoperativo había sido desplegado en la calle Berutti y la avenida Yrigoyen, pero no puedo contener a la gran cantidad de fanáticos que se acercaron para darle el último adiós.

Los restos del Gitano fueron velados durante toda la noche en el Congreso de la Nación, distinción que tuvieron también figuras como Mercedes Sosa y el ex presidente Raúl Alfonsín. Más de 40 mil personas se acercaron para dar el último adiós.

Y la región también expresó su fervor: la avenida Yrigoyen, desde Avellaneda hasta Burzaco se vio colmada de gente que salió a rendirle honores. Un fenómeno pocas veces visto. Un Adiós colmado de sentimiento y de masividad. Una despedida multitudinaria, a la medida de un grande.