Los parques estuvieron repletos en el último día de vacaciones


En el último día de vacaciones, los chicos disfrutaron a pleno del aire libre y los juegos. Los parques de la región y espacios recreativos se vieron invadidos por los pequeños, que ya volvieron a ponerse el guardapolvo. Los lugares más elegidos fueron la Plaza Grigera y el Parque de Lomas, pero también hubo una gran afluencia a las plazas de Adrogué y Escalada.

Info Región hizo una recorrida por los sitios más concurridos y dialogó con los protagonistas. El mate, las galletitas, los sándwiches y las gaseosas fueron los elementos fundamentales para disfrutar de un domingo al aire libre. Y lo infaltable para los más chicos fue la pelota y la bici.

“Estamos disfrutando con los chicos de la última tarde de libertad”, bromeó María Ester(40), mientras le pasaba el mate a su amiga, que como ella optó por pasar la tarde en la Plaza Grigera y junto a los chicos. “La verdad es que ellos no tienen ganas de nada, hoy (por ayer) se acuestan temprano y a las 7 arriba”, acotó.

Y como no podía ser de otra manera, los protagonistas quisieron comentar cómo se preparaban para comenzar hoy el cole. “Anoche (por el sábado) ya me acosté temprano y hoy (por ayer) seguro que también”, relató Agustina (9). Y Martín (10) apuntó: “Tengo una mochila re copada de Ben 10”.

Y sí, los preparativos son muchos y los gastos también.

Por la peatonal, en tanto, iban llegando Marcos, Marcela y Mariano. Las casualidades hicieron que las tres M se cruzaran con este medio, mientras recorrían la vereda y pispeaban las vidrieras de los locales cerrados. “Vamos a la plaza y a tomar un helado, sacamos a pasear a Mariano y después volvemos a casa, porque mañana hay que madrugar”, comentó Marcela (36).

“Quiero arrancar las clases ya, volver a ver a los chicos y jugar en el recreo. Para eso, voy a llevar los Bakugan (juguete de plástico de origen oriental)”, explicó el pequeño de 7 años.

Y el atardecer provocó que los más chicos comenzaran a desaparecer. Mientras el sol caía, las familias emprendían el regreso a casa y los parques quedaban desolados. Las hamacas dejaron de moverse, pero lo hicieron con la promesa de volver a la actividad el sábado próximo.