Esto ocurre en la ciudad de Xiamen en el sur de China. La regla prohibía a las personas calvas provenientes de Taiwán que tuvieran la visa multivisita de un año.
¿El motivo? Decían que es más fácil para un pelado drifrazarse. Esta es la visa que es la que se otorga habitualmente a los turistas y hombres de negocios, que debería ser un derecho de todos sin exclusión.
La cancelación de la medida, que era claramente discriminatoria, se explica más que nada por la mejora entre las relaciones diplomáticas entre China y Taiwán que empezó en el 2008.
