“Encontraron sangre en la casa de Erika”


El 21 de agosto fue el día en que desapareció Erika Soriano y desde ese momento, la investigación avanza sin una hipótesis definida. En las últimas horas, una noticia alarmó a la familia de la joven ya que hallaron manchas de sangre en la casa que compartía la joven con Daniel Lagostena, sobre quien no se sabe nada desde el lunes.

El hermetismo policial es total, motivo por el que fue la familia de Erika la que confirmó el hallazgo. “Encontraron sangre en la casa de Erika”, advirtió a Info Región Gisela, una de las hermanas de la joven que al momento de su desaparición cursaba el segundo mes de embarazo. Y detalló que las muestras fueron encontradas en el interior de la vivienda y en el hogar, pero no en el auto de Daniel, como había trascendido.

Lo cierto es que el hallazgo se concretó el domingo, cuando la Policía ingresó a la vivienda que compartía la pareja en Coronel Santiago al 4.000, de Lanús. Frente a esta situación, otra de las hermanas de la chica desaparecida, Verónica, aclaró que no saben si las manchas de sangre corresponden de Erika, aunque aclaró que “cuando se confirme que son manchas de sangre, se hará el análisis de ADN”.

En torno a la desaparición de Daniel, Verónica aclaró que “el novio de Erika se fugó por su propia voluntad”. Hoy, Lagostena resulta una pieza clave en la investigación ya que se trata de la última persona que la vio, el sábado 21 de agosto, cuando aparentemente la joven partió con destino a Villa Adelina a visitar a su familia.

En este aspecto, la hermana de la joven desaparecida hace ya 19 días, deslizó sus dudas. Considera que Erika no salió nunca de su casa ya que si lo hubiera hecho, alguien la tendría que haber visto partir. “Si salió, alguien debería haberla visto”, advirtió haciendo referencia al día de su desaparición, un sábado, cuando las calles son muy transitadas.

En tanto, desde la Dirección Departamental de investigaciones de Lomas de Zamora aclararon que la joven no realizó ninguna llamada desde su celular, una versión que había comenzado a circular con fuerza durante las últimas horas. “Esa versión no es real, no existe (el llamado)”, aclararon desde la dependencia. Y esto fue confirmado por fuentes de los Tribunales de Lomas de Zamora, que detallaron que “el celular está apagado desde el sábado, cuando desapareció”.

En el marco de esta investigación, se realizaron allanamientos en una cochería que pertenece a un familiar de Daniel Lagostena y en un lavadero que pertenece a su padre. Realizaron excavaciones, pero los resultados fueron negativos. “Hasta el momento, se está buscando en todos lados tanto a Erika como a Daniel y se intenta cerrar distintas hipótesis y posibilidades”, advirtieron desde la DDI de Lomas en diálogo con Info Región.

“En ambos lugares se allanó en búsqueda de algún elemento que permita seguir la investigación pero no pertenece a ninguna pista concreta”, explicaron, aunque los resultados fueron negativos. De todos modos, “la búsqueda es constante y se realiza desde los primeros días de la desaparición; ahora se busca también a Lagostena, pero su huída es voluntaria”.

Erika Soriano fue vista por última vez el 21 de agosto, cuando partió –en medio de una fuerte discusión con su pareja- hacia Villa Adelina, donde vive su familia. Al parecer, en medio de la pelea, Daniel le quitó el bolso, motivo por el que ella partió de su casa con algunas monedas que puedo rescatar en el forcejeo.

La joven, que al momento de su desaparición estaba embarazada de dos meses, nunca llegó a destino y su familia comenzó con una cruzada para dar con su paradero. Desde ese día, la Policía la busca intensamente y ya se realizaron rastrillajes en Saladillo, donde la familia de su pareja tiene propiedades; el Riachuelo, por tierra y agua; y Lanús. Se concretó en las inmediaciones de la casa que compartía la pareja una búsqueda “puerta a puerta” y un rastrillaje de varios kilómetros sobre las vías del ferrocarril Roca.

Todos los intentos por dar con esta madre de una nena de 12 años fueron en vano y su familia sigue pidiendo que aparezca con vida. En las últimas entrevistas que este medio realizó con familiares, comenzó a ronda la idea de que le “sucediera lo peor” a Erika. De todos modos, sigue la campaña por redes sociales para encontrarla: cuando desapareció tenía un sweater gris y botas y calzas negras.