Piden ayuda para el hogar Un rinconcito de amor


Desde el hogar “Un rinconcito de amor” de Longchamps, que trabaja para que muchos chicos en situaciones de vulnerabilidad social puedan tener un contacto “más fluido” con sus familias biológicas, solicitaron colaboración para mantener el lugar en funcionamiento.

“Nosotros decimos que el hogar se mantiene abierto gracias a la solidaridad de la gente”, remarcó en diálogo con Info Región la directora del lugar, Dora Flores, que además precisó que realizan actividades para recaudar fondos y que también cuentan con la ayuda de entidades que se acercan a colaborar con el hogar.

En “Un rinconcito de amor” conviven 40 chicos que tienen entre 11 meses y 16 años que reciben asistencia, contención por parte de quienes se ocupan de su cuidado, en su mayoría, voluntarios.

No obstante, Flores recalcó que, a pesar de la ayuda que reciben, “las puertas están abiertas” para que se incorporen profesionales -psicopedagogos, fonoaudiólogos o docentes- que estén dispuestos a colaborar porque por el momento sólo cuentan con una asistente social.

“Es un trabajo muy gratificante y nuestro objetivo es también prevenir acciones a futuro. Desde nuestro lugar tratamos de construir una sociedad mejor para los chicos y para todos”, apuntó la directora del hogar que luego señaló que si bien cuentan con un aporte económico del gobierno provincial, sostuvo que “no es suficiente” más que para saldar los costos fijos.

Los chicos que están en el hogar, ubicado en Juan Bautista Justo 1120, fueron derivados desde los Tribunales de Lomas de Zamora. Flores explicó que a partir de la Ley 13.298 de promoción integral de los derechos de la niñez, los voluntarios y profesionales de “Un rinconcito de amor” intentan que los pequeños recuperen los vínculos perdidos.

“Son chicos que están en situaciones de riesgo, que los padres por problemas de alcoholismo o adicciones los abandonaron. Acá se les da la posibilidad de que puedan estar en el hogar hasta que se resuelva la situación para darles un entorno familiar”, agregó.

En el hogar se hacen actividades artísticas y de recreación porque según la directora, uno de los objetivos que tienen es “estimular y sacar a la superficie las potencialidades” que tienen los chicos.

Asimismo, añadió que también trabajan con un sistema de padrinazgo para que los chicos se sientan "más acompañados" ya que hay casos en los que no tienen quién los visite. “Ellos se merecen lo mejor, por eso tratamos de darles todo lo que podemos para que puedan capitalizarlo y ser personas de bien. Para eso también necesitamos ayuda”, insistió.

La institución, que integra la fundación Programa Integral para el Desarrollo del Menor en Riesgo, tuvo sus orígenes en la iniciativa de un grupo de “personas solidarias” que organizó un comedor para asistir a los chicos de la zona pero que al poco tiempo de la puesta en marcha del proyecto se dieron cuenta de que varios de los pequeños no tenían casa.

“Había muchos que venían de la calle por lo que aunaron los esfuerzos y pudieron abrir un lugar para que pudieran estar”, concluyó Flores.