Cancillería anunció que no devolverá el material incautado


La polémica y la tensión diplomática entre el gobierno argentino y el de los Estados Unidos se agudizó ayer tras un duro cruce de declaraciones entre funcionarios y la confirmación por parte del Ejecutivo nacional de que no regresará el material incautado a un avión norteamericano que fue demorado la semana pasada en Ezeiza.

Tras el incidente del jueves, a primeras horas de ayer la polémica siguió con las declaraciones de funcionarios estadounidenses en las que calificaron a la situación como “penosa” y exigieron la “inmediata devolución del material incautado”. Por la noche, la respuesta del Gobierno argentino fue contundente. A través del canciller Héctor Timerman no sólo confirmó que no devolverá lo incautado sino que además le pidió al gobierno que lidera Barack Obama que admita que se “equivocó” y que pida “disculpas”.

Uno de los que salió a mostrar su enojo por cómo el gobierno argentino manejó la situación fue el subsecretario de Estado adjunto del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, que tildó al hecho como "penoso", dijo que las acusaciones del gobierno argentino "son improcedentes" y solicitó la "inmediata devolución del material incautado".

También sostuvo que "fue improcedente como se amedrentó al personal norteamericano" y que no hay intencionalidad de los Estados Unidos con el cargamento que se incautó y que el primer paso para que se resuelva la problemática es que "Argentina devuelva lo que se llevó del avión".

Otro de los que se refirió al asunto fue el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, que en una rueda de prensa manifestó: “Estamos perplejos y preocupados por las acciones de las autoridades argentinas. Nos preocupa que haya sido manejado de esta manera", indicó el vocero, quien calificó de "inusual e imprevisto" el registro de la mercadería que iba en el avión oficial norteamericano.

La respuesta del gobierno argentino se hizo esperar hasta la noche y fue Timerman, mediante una entrevista televisiva, el que señaló que el material retenido está compuesto por "varias dosis de morfina, otras drogas, material de comunicación sensible y armamento" y que por lo tanto el Gobierno "no lo devolverá, como lo haría cualquier otro país".

En este sentido, insistió en que los Estados Unidos trajeron en el vuelo "material que no había sido declarado" en la lista entregada en diciembre de 2010, algo en lo que Valenzuela no estuvo de acuerdo.

En tanto, sobre el maltrato al personal norteamericano, Timerman afirmó que "dos soldados de los Estados Unidos se sentaron sobre una valija durante seis horas y cuando se pudo abrir, adentro se encontró morfina, códigos secretos y manual de instrucción de equipamiento para interferir comunicaciones".

Por este motivo, reveló que el gobierno de los Estados Unidos "debe pedir disculpas" por el incidente y reveló que presentó una "nota de protesta" a la administración de Barack Obama por lo ocurrido.

"Pedimos comprensión al gobierno de los Estados Unidos, las leyes están para cumplirlas, nosotros tuvimos dos atentados terroristas y no podemos permitir el ingreso de material bélico o de comunicaciones", completó.