Ante una multitud, Sabina puso a Lomas a sus pies


En la previa, globos blancos y celestes anticipaban la bienvenida, y afuera, aún horas antes del show, espectadores ansiosos por lo que vendría, pero sobre todo por esa adrenalina que desata lo inesperado. Y luego de la vigilia y los nervios, en el marco de una noche que se tornó fresca pero que no por eso logró apaciguar la emoción, lo tan ansiado: las luces del estadio Florencio Sola se apagaron y sonó su voz, con ese acento andaluz que canta verdades y poesía. Joaquín Sabina, de gira en nuestro país, llegó a Lomas de Zamora convocado por el Municipio para festejar los 150 años del distrito y deslumbró a los miles de espectadores que se acercaron para verlo.

El show comenzó minutos después de las 21, cuando sonaron los acordes de la primera canción y comenzó el júbilo del público, que exultante acompañó la música con palmas y coros.

“Nunca pensamos que Sabina vendría a nuestro barrio, a nuestra ciudad. Esto es algo maravilloso, sobre todo para los que lo seguimos desde siempre”, señaló a Info Región Sarah Sosa, vecina de Banfield que llegó acompañada de un grupo de amigas “todas fanáticas” del español.

Siguieron los éxitos, uno tras otro, y la euforia: “La Magdalena”, “Y nos dieron las diez”, “Con la frente marchita”, “19 días y 500 noches”, “Medias negras”, “Y sin embargo”, “Todavía una canción de amor”, “Tan joven y tan viejo”, y la lista siguió… Con cada tema una avalancha de aplausos y de gritos de agradecimiento y de admiración.

Luego las primeras notas de “Princesa” desataron la euforia total. El Lencho Sola vibró con los saltos y el coreo de un estadio que estaba repleto y que no se privó de emociones.

“Joaquín, te amamos”, gritaba un grupo de mujeres ubicadas en el campo, a escasos metros del escenario que se montó sobre el estadio del Club Atlético Banfield.

Sobre el césped y en las tribunas, familias enteras disfrutaron del recital: “Vinimos porque en casa lo escuchamos, y estamos muy contentos de estar acá”, contó a Info Región Carlos Montenegro, que vive en Temperley y bajó hasta la ciudad del Taladro para ver al cantautor.

El recital duró 2:20 horas y estuvo lleno de emotividad. Sabina desató el furor cuando se puso al hombro una camiseta de Banfield y hasta bromeó con la rivalidad entre el Taladro y Lanús.

Uno de los momentos más cargados de emoción fue cuando “Joaco” mencionó al Gitano, leyenda del sur, y estallaron los aplausos.

“Le prometí a Sandro que dejaría de fumar, pero todavía no pude”, lamentó.

Las entradas para recital fueron gratuitas, pero hubo que conseguirlas con anterioridad, para lo que había que anotarse por Internet o en cualquiera de las delegaciones municipales del distrito, teniendo prioridad aquellos vecinos que tuviesen sus impuestos al día.

El show estuvo custodiado por un operativo de seguridad que comenzó desde el mediodía y en el cual participó personal de las distintas comisarías del partido y del departamento de bomberos, pero todo se desarrolló con calma y con la alegría de una fiesta.

“Feliz cumpleaños Lomas de Zamora, están viejos, pero no aparentan tantos años”, bromeó el español en referencia a los 150 años que el distrito cumplirá en septiembre.

“Empecé este recital con los nervios como si fuese el primero y lo termino emocionado como si fuese el último. No esperaba recibir tanto cariño de la gente”, aseguró el cantante.

Lugo siguió otro éxito, “Contigo” y el show concluyó al son de “La del Pirata Cojo”. Sabina retornó al escenario varias veces ante el indeclinable pedido de la gente, y luego se despidió con una promesa que dejó la ilusión flotando en el ambiente.

“Ahora tengo las llaves de la ciudad, así que voy a volver”, resaltó.

Luego las luces se encendieron, pero la música quedó impregnada en el aire. Banfield había visto pasar a una de las visitas más importantes de los últimos años.

“Esto fue grandioso. Ojala sea verdad y vuelva, los vamos a estar esperando”, prometió Ofelia Torres, una vecina de la localidad que salía del Lencho casi afónica, pero "feliz”.