El satélite argentino SAC-D/Aquarius fue lanzado exitosamente ayer desde la base de la Fuerza Aérea Vandenberg, en California, y ya se encuentra en órbita, desde donde enviará información que permitirá medir la salinidad del mar y modelar el comportamiento climático.
En el lanzamiento del aparato, la presidenta Cristian Fernández de Kirchner acompañó a través de videoconferencia los procesos y aseguró que este trabajo fue posible gracias al esfuerzo de entidades como la CONAE, CONICET y universidades del paÃs.
“Este es el satélite más grande y más complejo que se ha construido en la Argentina y es un gran avance. Tiene paneles solares que le dan energÃa y ha sido diseñado por argentinos y ensamblado en el paÃs también”, expresó Cristina.
Asimismo, recordó el comienzo de los trabajos que realizaron los especialistas y destacó: “Esto lo và como desde el vientre, se siente como un hijo. Es un logro a nivel nacional”.
En este contexto y en medio de comunicaciones con especialistas en Córdoba y con el canciller Héctor Timerman en la base de la Fuerza Aérea estadounidense, la mandataria aseguró estar “orgullosa” del acontecimiento y expresó: “Tengo esperanza de lo que podemos hacer los argentinos”.
“Estás cosas me parecen las que verdaderamente reflejan al paÃs y de lo que se puede hacer”, aseguró Cristina, a la vez que llamó a los jóvenes a estudiar carreras relacionadas a los avances tecnológicos para seguir fomentando el crecimiento del paÃs.
Cristina renovó el compromiso del gobierno de "seguir apoyando intensamente" el desarrollo cientÃfico tecnológico y recalcó: “Hoy es un gran dÃa para todos".
El cohete Delta 2 de dos pisos despegó de la base aérea Vandenberg a las 11.20 de Argentina y el primer piso se separó sin inconvenientes a los 4,32 minutos después del lanzamiento.
En tanto, la separación del satélite del segundo se produjo un poco más de 57 minutos después del lanzamiento, que marcó el éxito de la puesta en órbita.
El satélite tendrá como objetivo trazar el mapa de la totalidad del océano abierto cada siete dÃas desde su posición de 657 kilómetros sobre la Tierra.
El aparato fue diseñado para proporcionar mediciones mensuales a escala global de cómo varÃa la salinidad del agua de mar en la superficie de los océanos.
Estos datos permitirán obtener datos clave para estudiar los vÃnculos entre la circulación oceánica y el ciclo hÃdrico global, que a su vez afecta la capacidad del océano de almacenar y transportar el calor y regular el clima de la Tierra.
También se podrán conseguir datos sobre la humedad del suelo a escala de grandes extensiones, lo que contribuirá a la generación de alertas tempranas de inundaciones y de aparición o dispersión de enfermedades.
El SAC-D Aquarius está equipado de tres receptores radio ultrasensibles que grabarán las débiles radiaciones de microondas emitidas naturalmente por los océanos.
Estas emisiones varÃan en función de la conductividad eléctrica del agua, directamente relacionada a la salinidad.
El satélite también transportará instrumentos para "reunir datos ecológicos que tendrán una gran variedad de aplicaciones, como estudios sobre los riesgos naturales, la calidad del aire, la evolución de los suelos y la epidemiologÃa", explica la NASA.
La Nasa invirtió 287 millones de dólares e INVAP 650.000 horas de ingenierÃa de profesionales y técnicos en el diseño, fabricación y ensayos del satélite.
Parte de los elementos que componen el satélite SAC-D Aquarius fueron fabricados por expertos de la Universidad Nacional de La Plata.
La misión es en conjunto entre Argentina, Estados Unidos y Brasil, y se construyó mediante un convenio con la NASA.
En 2009 el Ministerio de Ciencia y TecnologÃa de la Nación habÃa convocado a grupos de investigadores de universidades y organismos nacionales para que presentaran proyectos. Tras la selección, quince de ellos fueron elegidos para ser desarrollados en el paÃs.
El SAC-D Aquarius es el satélite más grande construido en el marco del Plan Espacial Nacional, ya que pesa 1.341 kilogramos, mide 2,7 metros de diámetro y 7 metros de largo.
De la elaboración del aparato también participaron organismos del Sistema Nacional de Innovación CientÃfica y Tecnológica, como la Comisión Nacional de EnergÃa Atómica, el Instituto Argentino de RadioastronomÃa (IAR), el Centro de Investigaciones Ópticas (CIOP), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) y empresas privadas nacionales de base tecnológica.
El primer satélite enviado por Argentina fue en 1990 cuando el cohete Ariane eyectó al Lusat 1, mientras que el segundo fue el VÃctor-1, lanzado el 29 de agosto de 1996, con el cohete ruso Molnya para estudiar el tiempo y meteorologÃa.
Entre 1996 y 1999 hubo otros proyectos, pero algunos no fueron creados por argentinos, como el Nahuel 1 que era ruso, o directamente el satélite no pudo desprenderse del cohete como ocurrió como el SAC-B, enviado en 1996.