La familia de Érica pidió la recusación de la causa


EL paradero de Érica es aún para los Soriano un signo de pregunta, una hoja en blanco, un misterio que cala hondo en la ansiedad de cada día, en la angustia, en la desazón de la ausencia. A casi once meses de su desaparición y después de muchos caminos explorados y de muchas hipótesis pero ninguna certeza, la familia pide ahora que la Justicia recuse la causa que investiga qué paso con la mujer, que a los 31 años y embarazada de dos meses salió de su casa de Lanús para ir a la de su madre, en Villa Adelina, y nunca llegó.

Pese a que todavía nada se sabe de Érica, su madre y sus hermanos aseguran que no desistirán de su empeño de conocer la verdad de lo que pasó con ella, aunque admiten que a medida que el calendario corre, la ilusión de hallarla sana y salva pierde fuerzas.

“Nuestro abogado pidió una recusación porque el fiscal nunca tuvo una hipótesis definida ni una línea investigación concreta para establecer quien fue el autor de la desaparición de mi hija”, explicó María Esther Soriano en diálogo con Info Región.

Según el letrado que representa a los Soriano, José Vera, lo único que se ha hecho en estos últimos cinco meses es “agregar elementos” y “seguir acumulando cuerpos al expediente”, queja que también comparte la familia.

“Esta condición conspira contra la investigación por no tener un hilo conductor puntual. Creemos que en las pruebas que se incorporaron y las que ya señalamos en anteriores presentaciones existe un estado de sospecha sobre (la pareja de Érica) Daniel Lagostena que lo saca de la condición de testigo y lo coloca en la de imputado”, explicó Vera.

“Esto debe cesar para que pueda re encausarse la investigación y es el motivo que funda el pedido de recusación con causa. Se siguen pistas ridículas, como la de billetes de dos pesos que tienen inscripciones que dicen ‘soy Érica Soriano estoy en tal o cual lugar’. Entonces, se articula un proceso de investigación cuando en realidad desde el inicio se puede advertir que es difícil hacer un relevamiento de estas caracterizas”, agregó.

En este marco, Vera adelantó que en las próximas semanas el fiscal podría citar a Lagostena para someterlo a nuevas pericias psiquiátricas aunque la madre de la joven reconoció que, a pesar de llevarse a cabo y en caso de dichas pruebas revelen alguna patología, “no será garantía para incriminarlo”.

Frente a la falta de dirección y ausencia de certezas que permitan saber qué pasó con Érica, María Esther aseguró la familia también está investigando, con sus medios, para intentar llegar a una conclusión o al menos a una pista concreta sobre el paradero de la chica, que tenía fecha de parto para marzo.

En este marco la madre de Érica aseguró que tuvo un encuentro con Lagostena y que no pierde las esperanzas de poder encontrar a su hija con vida.

“Fui a la puerta de su casa y lo esperé desde las 8 hasta las 14. Le dije que quería hablar, me hizo pasar y estuvimos casi dos horas charlando”, relató María Esther.

“Él sigue diciendo lo mismo que le dijo a la brigada, en su discurso no ha cambiado ni un punto, ni una coma. Es como si lo hubiera aprendido de memoria, es algo muy raro”, agregó.

En medio de muchas especulaciones, María Esther volvió a manifestar el temor de que su hija haya caído en una red de trata y que Lagostena esté implicado en la privación de su libertad aunque el abogado familiar negó esta posibilidad por la cantidad de tiempo transcurrido desde la desaparición.

“Estoy concentrada en la búsqueda de mi hija y voy para todos lados. Donde hay una pista, una persona que me da algún dato voy con esperanza encontrar algo y no me rindo. Creo que si estoy en acción algo genero, movilizo y eso me ayuda”, concluyó María Esther.