El Taladro celebra 1.500 partidos en Primera


Un largo trayecto recorrió Banfield para llegar a un momento especial. Mañana cumplirá 1.500 partidos en Primera División y se convertirá en el 18° club, de los más de 100 que han participado en la elite del fútbol nacional, en alcanzar esa cifra en 80 años de profesionalismo.



1940-1941: Estreno con escándalo y elogios

Juan Besuzzo; Federico Fatecchi y Luis Menéndez; Antonio Cambón, Mario Scavone y Alfredo De Terán; Pedro Agostini, Florencio Caffaratti, Agustín Cosso, Rafael Sanz y Eduardo Silvera fueron los once jugadores que el domingo 12 de mayo de 1940 protagonizaron el estreno absoluto de Banfield en la máxima categoría. En la cancha de Talleres de Remedios de Escalada, con el arbitraje de Bartolomé Macías y una recaudación de 6.082 pesos, fue victoria 7-3 ante Atlanta, con goles de Caffaratti, Sanz, Agostini en dos oportunidades y Cosso por triplicado.

El partido correspondió a la sexta fecha del campeonato de 1940. En las cinco fechas anteriores Banfield no se había podido presentar y así perdió los puntos con Newell´s, Vélez, Huracán, Boca y Lanús. La suspensión de un mes fue por encontrárselo culpable de irregularidades en el ascenso obtenido en 1939.

Fue en su primera temporada en el fútbol grande cuando Banfield ganó su popular apodo. Tras un resonante triunfo 2-1 ante Independiente, el diario El Pampero tituló “Banfield agujerea a los rivales”. Entonces y para siempre fue el Taladro.

Al año siguiente, el escándalo volvió a hacerse presente, pero traería aparejada una reacción heroica como contrapartida. Una acusación de soborno hizo que se le descontasen 16 puntos, lo que parecía equivaler a un seguro descenso; sin embargo, en la segunda rueda del torneo la actuación del equipo fue sobresaliente que despertó elogios y le permitió mantenerse en la divisional con tranquilidad.

Desde la instauración del profesionalismo en 1931, Banfield tardó casi una década en llegar a Primera, ya que en los albores del nuevo orden, la determinación del club había sido continuar en la liga amateur.



1951: Campeón moral

Durante más de medio siglo, Banfield pasó de llevar con orgullo el mote de campeón moral, a encontrarlo como una carga pesada sobre sus espaldas de la cual tardaría 58 años en desprenderse. Para los hinchas que lo vivieron y para los que recibieron la historia de bocas de sus padres, tíos y abuelos, lo ocurrido en 1951 siempre será un despojo.

Aquel torneo fue el primero en 20 años de profesionalismo en que terminó primero un equipo chico. Hasta entonces, sólo habían llegado al peldaño más alto River, Boca, Independiente, San Lorenzo y Racing. Justamente la Academia, bicampeón con los títulos de 1949 y 1959, compartió la cima con el elenco albiverde, que lo aventajaba en partidos ganados y diferencia de gol. Hubo que disputar entonces un desempate de dos encuentros.

El 1 de diciembre, se enfrentaron en la cancha de San Lorenzo, en avenida La Plata. Esa tarde la alineación del Taladro fue con Manuel Graneros; Domingo Capparelli, Osvaldo Ferreti y Luis Bagnato; Eliseo Mouriño y Héctor D´Angelo; José María Sánchez Lage y Nicolás Moreno; Miguel Ángel Converti, Gustavo Albella, Moreno y Juan Carlos Huarte. En encuentro terminó sin goles y en el mismo escenario se volvieron a enfrentar cuatro días más tarde. La única variante en Banfield respecto del primer choque fue el ingreso de Raúl Tolosa por Huarte. Mario Boyé, delantero de Racing, marcó el único gol del partido, en el primer minuto del segundo tiempo, para que el conjunto de Avellaneda volviese a ser campeón.

Ese equipo que se quedó en el umbral de la gloria y realizó partidos memorables, como los triunfos 5-1 ante River en el Monumental y 5-0 frente a Independiente, fue durante más de 50 años la bandera futbolística de la institución sureña.



1976: La naranja mecánica del sur

Además del verde y el blanco, otro color ha caracterizado a Banfield a lo largo de su historia: el naranja. Por admiración a la Holanda que en el Mundial de 1974 puso el mojón de partida del futbol moderno con Johan Cruyff como estrella y Rinus Michels como entrenador, el Taladro adoptó el look de aquel fantástico equipo. Solamente le agregó dos finas francas, una verde y otra blanca, por supuesto, de forma vertical, desde el hombro hasta la cintura, del lado derecho.

Bajo la dirección técnica de Adolfo Pedernera, una gloria del fútbol argentino que había integrado La Maquina, legendaria delantera de River en la década del 40 del siglo pasado, Banfield fue un de las sensaciones del torneo Nacional de 1976. Terminó segundo en Zona B, con dos puntos menos que River y en los cuartos de final cayó 2-1 ante Boca; el segundo gol xeneize fue anotado por un jugador muy querido por la hincha de Banfield, Juan Taverna, que por ese motivo no celebró la conquista.

Se trató de la mejor campaña de Banfield desde el subcampeonato de 1951. En esa campaña hubo un encuentro que quedó para siempre en el recuerdo. Fue el 31 de octubre, cuando visitó y derrotó a River 3-1 con Alfredo Anhielo; Oscar Moris, Norberto D´Angelo, Silvio Sotelo, Ricardo Volk; Antonio Sacconi, Héctor Pitarch, Miguel Ángel Corvo; Félix Lorenzo Orte, Pedro Gómez Vila y Miguel González; los goles fueron anotados por el Pampa Orte en dos oportunidades y González.



2009: La gloria

Después de 113 años de vida, el 13 de diciembre de 2009, el Taladro terminó de escribir con letras doradas la página más gloriosa de su historia.

El festejo se desató en la Bombonera, donde pese a caer 2-0 por los goles de Martín Palermo se multiplicaron risas y llantos, abrazos y puños cerrado hacia el cielo. Los once futbolistas que Julio César Falcioni mandó a la cancha por la última fecha del torneo Apertura fueron Cristian Lucchetti; Julio Barraza (26 min. ST. Santiago Ladino), Sebastián Méndez, Víctor López, Marcelo Bustamante; Marcelo Quinteros (13 min. ST. Julio Marchant), Roberto Battión, Walter Erviti, James Rodríguez (20 min. ST. Cristian García); Sebastián Fernández y Santiago Silva. Maximiliano Bustos había sido titular en la mayor parte del torneo, hasta que en la 14° fecha sufrió una grave lesión, la rotura del tendón de Aquiles de la pierna derecha.

Pese a las derrotas ante Boca y Racing en las últimas cuatro fechas (sus únicas dos caídas en todo el torneo), lo hecho en la mayor parte del campeonato, al ser el equipo que más partidos ganó (junto con Newell´s, el subcamepéon), el que menos perdió y el que menor cantidad de goles recibió, le alcanzó para ser el merecido protagonista de la vuelta olímpica. La serie de victorias consecutivas entre la 12° y la 15° ante Estudiantes, San Lorenzo, Vélez e Independiente (la de Avellaneda marcó el sexto halago en fila), todos rivales directos, fue determinante para ser campeón.

Con lo colectivo como premisa fundamental, presión, dinámica, sólido esquema defensivo, terminante módulo de ataque y muy altos rendimientos individuales fue que se hizo realidad el sueño más soñado.



Banfield cumple mañana 1.500 partidos en la máxima categoría del fútbol argentino. Con desazones y alegrías, con goles sufridos y otros tantos festejados, con jugadores de paso e ídolos eternos, con clásicos padecidos y muchos otros gozados largamente, con la frustración del descenso y la felicidad máxima de la conquista de un campeonato. A lo largo de más de siete décadas, el Taladro dejó su marca en Primera División