Eduardo Calvo, el actor de las cien máscaras


Eduardo Calvo es conocido masivamente por “El heavy”, un personaje querible que ganó popularidad a través de la pantalla chica. Dueño de una versatilidad envidiable para cualquier intérprete, el actor ha compuesto decenas de hombres atravesados por la contradicción y las dudas. “El Profesor Tranquilino”, “Rubén Galante” y “El representante” son algunas de las máscaras con las que Eduardo gana aplausos en las salas porteñas y de zona sur.

Actor, docente, humorista y escritor, ha establecido una amistad y una sociedad con Néstor Montalbano, destacado director de estuvo al frente de “Todo por dos Pesos”, “Cha cha cha” y películas como “Soy tu aventura” y “Pájaros volando”. Por estos días presentan el show “Por todo lo que no diste”. La cita será el 24 de septiembre en el Teatro El Refugio de Banfield.

-¿Cuándo comenzó el camino hacia la actuación?

-A los 16 años empecé a estudiar arte dramático, mientras estaba en la secundaria, primero con Ricardo Passano. A los 18 entré a la Escuela Municipal de Arte Dramático donde hice la carrera de actuación y dirección. Estudié técnicas de improvisación con Claude Bazin, match de improvisación con Silvie Potvin y dirección con Roberto Villanueva.

-¿Cuál fue el momento bisagra para dedicarte a esta profesión?

-Viendo teatro sentí que era lo que yo quería hacer, y empecé cuando estaba en la escuela a escribir y pensar personajes. Cuando hacíamos fiestas y peñas, yo era el encargado del humor y de hacer personajes, también muy incentivado por un profesor de la escuela que tuve en primer año que me dijo que me dedique a escribir humor, y así empecé a hacerlo. Comencé a dirigir algunos espectáculos de humor y paralelamente participé en espectáculos dramáticos, haciendo “Mustafá”, de Armando Discépolo y “Pedro el afortunado”, de Johan August Strindberg. Hice una versión que se llamó “Pedro en el ensueño”, cuando se inauguró el Centro Cultural de la Recoleta. Ahí trabajé como actor y paralelamente hice un espectáculo que se llamó “Aún estamos vivos” en el Teatro de la Fábula, con dos actores, Guillermo Roque Pérez y Claudia Martínez Ruíz, fue el primero de los que dirigí de humor. Después empecé a hacer unipersonales y trabajar en bares haciendo personajes; armé un espectáculo que se llamó “Muchas pelucas para un solo Calvo”, desde 1989, donde nace mi personaje más conocido, “El heavy”.

-¿Cómo llegaste a la pantalla chica?

-Ya había trabajando en televisión dos años en Tateshow y había trabajado con los hermanos Sebastián y Eugenio Weinbaum en un programa que se llamó “La cajita social show”, en Canal Trece, y hoy se ve por Volver. Después, cuando estaba haciendo teatro vinieron a verme y de repente me llamaron por teléfono para hacer una audición en Videomatch; a la noche ya estaba saliendo al aire en un concurso de cómicos, no lo tenía previsto, se dio en forma espontánea. Trabajé muchas temporadas haciendo “El heavy”, con mucha popularidad, es un personaje que me permitió improvisar mucho, tomó un vuelo inesperado para mí. También estoy trabajando en radio con Beto Casella en el programa “Bien levantados”, se escucha mucho y hace que el personaje siga estando vigente.

-¿Cómo caracterizás a tus personajes?

-Todos los viernes en el Teatro Porteño hago ocho personajes distintos, cada uno tiene lo suyo, trato de explotarlo al máximo en cuanto a lo que quiero expresar. Uno se llama Horacio Guaraná, tiene la contradicción de ser fanático de grupos ingleses, de guitarristas especialmente. Todos tienen una contradicción, un doble sentido.

-Y también abrís paso a una propuesta teatral con el director Néstor Montalbano…

-Sí, me llamó para participar en una película que hice con el grupo “Quinta a fondo” junto a Pedro Saborido, y ahí empezamos a trabajar juntos. Ya nos conocíamos pero poco a poco nos hicimos amigos. Estamos con “Por todo lo que no diste”, que presentamos en Mar del Plata y luego en el Auditorium y el Teatro Porteño. Tenemos una amistad humorística, de cosas en común, de música, nos juntamos y empezamos a armar espectáculos, él tiene un aporte muy visual. En este espectáculo incluimos recortes de películas que están modificadas a través del montaje y editadas de una manera maravillosa, las ediciones son perfectas, lo que usamos de pantalla no es un relleno para que me cambie, la gente se divierte con la totalidad de la propuesta.

-¿Cómo vivís la llegada a zona sur, el próximo sábado?

-Me encanta salir del centro y hacer este espectáculo fuera de Buenos Aires, el sur me atrae mucho. Hace mucho tiempo me había presentado con “Muchas pelucas….” en el Teatro de Las Memorias, en Lomas. Y El Refugio tiene una sala muy buena, tiene un estilo off, pero a la vez es comercial, su director, Nicolás Césare, tiene un empuje bárbaro, y es un hombre de teatro. Con esta obra nos está yendo bien, es a pulmón.

-¿Qué proyectos están dando vuelta para lo que resta del año?

-Estoy ensayando en Mar del Plata una obra que se llama “Hamlet, Príncipe de Catamarca”, una versión de la obra de William Shakespeare que voy a estrenar en enero y se va a presentar una vez por semana. Sigo frente a “La Escuela de Arte Cómico” y con mi participación en la radio



Beto Solas